- Sus características le permiten cultivarse y reproducirse en cualquier ambiente y clima.
- En Mazatlán existe la Unidad de Innovación y Transferencia de Cultivo en las instalaciones de Facimar.
Alfredo Ramírez.
La tilapia está llamada a ser el “pollo” del futuro, lo dicen investigadores de esta especie de pez de agua dulce; esto debido a sus características y adaptabilidad.
Incluso la FAO y el Banco Mundial estiman que de acuerdo a las estadísticas de crecimiento a finales de la presente década será el pez más cultivado del mundo; superando a las carpas.
El investigador Gustavo Alejandro Rodríguez Montes de Oca, en charla con Servicios Informativos POR LA LIBRE, expresa que son sus características propias, naturales y su versatilidad para adaptarse a todo tipo de climas y condiciones lo que la ha convertido en una especie alimentacia altamente valorada.
“Inclusive su sabor suave, la carne blanca y un requerimiento relativamente bajo en cuanto a niveles de proteína para su alimentación, la hacen muy amigable en cuanto a utilizar sus productos, es decir tiene bajos costos de alimentación por ser prácticamente vegetariana, a diferencia de otras especies de cultivo que tiene altos costos de alimentación con harina de pescado”.
Resalta la facilidad de su reproducción y adaptabilidad hasta en zonas templadas.
La tilapia es un pez de origen asiático, y es allá donde se ha estado realizando investigación de manera continua y, los resultados de dichas investigaciones se han estado aprovechando internacionalmente, sin ser nuestro país la excepción.
Incluso, comenta el científico Rodríguez Montes de Oca; la Universidad Autónoma de Sinaloa por medio de la Facultad de Ciencias del Mar cuenta con la Unidad de Innovación y Transferencia del Cultivo de la Tilapia, donde se están realizando una serie de estudios, destacándose el relativo al mejoramiento genético de la especie.
Se busca generar crías con características muy adecuadas para sistemas intensivos de producción.
“Estos peces ha tenido un proceso de selección y mejora genética que nos ha llevado en los últimos 30 años a lograr crecimientos de hasta un kilogramo en seis o siete meses, cuando antes se llegaba a los 250 gramos.”
