Alberto Aguirre.
Por mandamiento judicial, el INE deberá registrar a las Redes Sociales Progresistas —de Maricruz Montelongo y Fernando González— y Fuerza Social por México —de Gerardo Islas y Pedro Haces—, quienes además de Encuentro Solidario cumplieron con los requisitos para los nuevos partidos políticos nacionales.
En la boleta electoral del 2021 habrá 10 logotipos. Al margen quedaron México Libre —de Margarita Zavala y Felipe Calderón—, el Grupo Social Promotor de México, de Luis Castro Obregón, y otras tres formaciones políticas a las que rechazaron los consejeros electorales. En unos casos, por sus nexos con organizaciones gremiales; en otros, por haber recurrido a financiamiento privado de origen sospechoso.
Una decena de partidos politicos podrá competir por las 500 curules de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Las elecciones intermedias del sexenio lopezobradorista serán concurrentes con la renovación de cargos en 29 entidades federativas; 15 gubernaturas entre ellos.
Son 21,368 cargos a elegir, el primer domingo de junio del 2021. La madre de todas las elecciones, por el número de votantes y de cargos en disputa. Para el 30 de marzo del próximo año, el Registro Nacional de Elecciones estima que habrá 95 millones de ciudadanos inscritos en la lista nominal.
Los partidos con registro pueden hacer alianzas, parciales o totales. Los nuevos partidos están impedidos de hacerlo. Y si participan candidatos independientes, será la elección con más candidatos simultáneamente en contienda, en la historia moderna de México.
Partidos, coaliciones e independientes recibirán financiamiento del INE para hacer campañas. Los consejeros electorales acordaron presupuestar 7,226 millones de pesos para actividades políticas en el 2021; de los cuales 5,250 millones de pesos serían para actividades ordinarias permanentes de los partidos políticos, 1,575 millones de pesos para gastos de campaña para partidos políticos nacionales, 210 millones de pesos para franquicias postales y 57.5 millones de pesos para educación y capacitación.
Cada uno de los tres nuevos partidos recibirá 31.5 millones de pesos y otros 31.5 millones de pesos quedarían reservados para los candidatos independientes.
Los partidos políticos, por ley, deben alcanzar 3% de la votación válida emitida para ratificar su registro ante el INE. Para muchos de los actuales huéspedes de San Lázaro ha comenzado la cuenta regresiva, pues —de acuerdo con la reforma político-electoral aprobada por el Pacto por México, hace seis años—, los 300 diputados electos en el 2018 podrán reelegirse y en las boletas electorales también podrán aparecer alcaldes y legisladores —tanto locales como federales— actualmente en funciones, y tocará a las autoridades electorales preservar la equidad de la competencia. Actualmente, 17 entidades permitían la reelección de legisladores sin que tengan que separarse del cargo durante las campañas… y perder el fuero.
Esa protección, ahora más que nunca, es un valioso activo.
Algunos de los más conspicuos oficiales de la administración peñista quedaron protegidos por esa figura, que AMLO prometió abolir. En San Lázaro pasarán su último año exfuncionarios como Laura Barrera, Luis Miranda, Enrique Ochoa Reza, Fernando Galindo Favela…
Guarecidos por AMLO, la mayoría de los diputados de la mayoría izquierdista volverían a figurar en las boletas electorales, sin haber sido particularmente exitosos en la tribuna o productivos en la aprobación de iniciativas, mucho menos en la expedición de decretos. Sin mucho respeto a la autonomía legislativa, el Ejecutivo federal una y otra vez les ha reprochado su lentitud para concretar la agenda de la Cuarta Transformación. La productividad de los actuales legisladores no será el factor determinante de su permanencia en los aparatos parlamentarios. Y la reelección vivirá su primera prueba con pocas posibilidades de fortalecer a los poderes de la Unión o coadyuvar a la profesionalización de los parlamentarios.
Efectos secundarios
DISCORDANTES. Para negociar el pago de los salarios caídos —desde hace dos meses— y esquivar la amenaza de una huelga, los principales ejecutivos de Interjet aceptaron reunirse con representantes de los trabajadores de la aerolínea. Los nuevos directivos de Aerolíneas ABC aseguraron a sus trabajadores que han logrado reestructurar exitosamente los adeudos con distintos proveedores y contratistas, que actualmente no tienen pagos pendientes de combustible y que su trabajo justamente consistía en acabar con vicios añejos, además de procurar la unidad entre los trabajadores. Un diálogo ríspido, detonados los vínculos de confianza. “No sabemos quiénes son ustedes”, recriminaron. “Aquí estamos, para dar la cara. Somos Carlos Rello y Alejandro Del Valle y ni modo que no sepan quién soy, pues todos los días me golpean en los medios”, reclamó el presidente ejecutivo de Interjet, socio de Miguel Alemán y Carlos Cabal Peniche. Los empleados exigieron que la nueva patronal cese las amenazas, pague los salarios completos y cumpla con los compromisos… o que de plano recurran al concurso mercantil. Sin posibilidades de cumplir con esas expectativas, los empresarios dejaron a los trabajadores la decisión de irse o quedarse, de acuerdo a sus intereses. Aquellos que libremente decidan quedarse —insistieron—tendrán que ser solidarios y aceptar las limitaciones económicas que persistirán todavía por un periodo indeterminado.
@aguirre_alberto