Cinco años dentro del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, le han servido a Fernando Pérez Alarriba para explorar y sobresalir en el mundo de las letras.
En conjunto con Eduardo Valadés y después de un largo trabajo de aproximadamente un año presenta su libro en la FeliUas 2019, “Las Rompientes Rumorosas: 30 Años de Literatura Mazatleca”.
El movimiento literario de autores porteños en los últimos 30 años ha sido el motivo de inspiración para Fernando Alarriba y Eduardo Valadés, que se aventuraron en la travesía investigadora para intentar identificar y explicar los resortes que animan la literatura mazatleca.
“Si bien sabemos que el libro tiene importantes ausencias y limitaciones, también estamos convencidos de que esta obra inicia una labor que estaba pendiente en nuestra literatura: hacerla visible, comentarla y, sobre todo, valorarla en su justa dimensión para iniciar un diálogo sobre lo que hemos sido, somos y podemos llegar a ser”…
“Estuvimos discutiendo por un tiempo sobre qué era la literatura mazatleca, y coincidimos que Mazatlán históricamente ha sido como una estancia para la literatura, aquí empezó su carrera Amado Nervo, Enrique González Martínez público su primer libro, Herman Melville autor de Moby-Dick también encalló en el Puerto, pero se ha producido muy poca literatura en cuanto algo que permee en el colectivo y pueda hablarse como una tradición, vimos que en los últimos 30 años es cuando se han generado más y mejores letras en el Puerto”. Precisó Alarriba en entrevista.
136 páginas que agrupan más de 60 reseñas críticas de autores locales desde el año 1988 al 2018, específicamente de géneros de poesía y narrativa.
Esta obra coedición del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán y Andraval Ediciones, ofrece un panorama crítico muy diverso, desde escritores consolidados como Juan José Rodríguez, Mario Hinojos y Ana Belén López, hasta autores que han plasmado sus letras pasando desapercibidos.
“La idea era decir, sí hay una literatura mazatleca y es ésta, y esa literatura está en sus libros, ahora ya quedará en juicio y en la necesidad de cada quien si se acercan a estos libros y qué lectura harán de ellos”, concluyó Fernando Alarriba.