- Además de estar protegidos con placas de acero altamente resistente, los vehículos de los cárteles ahora contienen un software que detecta drones e incluso pueden tomar el control de estos dispositivos
- Para los explosivos terrestres, las unidades tienen alfombras especiales de última tecnología que “absorben” las ondas explosivas
(Especial de La Opinion, imágenes cortesia)
En México la narcoguerra se ha agudizado, los cárteles usan armamento sofisticado y sus ataques son cada vez más crudos, por ello el narco ha modernizado sus “vehículos monstruo”, lo que implica un reto para las fuerzas armadas, pues las unidades ahora tienen escudos antidrones y son resistentes a las minas terrestres, según informó el diario Milenio.
De acuerdo con el medio mexicano, estos vehículos son llamados de tercera generación, fueron encontrados en ejidos de Reynosa, en el estado de Tamaulipas y son atribuidos al Cártel del Golfo. Sus poderosas modificaciones implican una nueva era en la batalla criminal por el norte de México, pues hacen a las unidades resistentes a los embates que se han implementado en los últimos meses.
Hace 13 años se nombró a estas unidades como de blindaje artesanal, pero en este tiempo el narco evolucionó su manera de arreglar sus vehículos incorporando tecnología de guerra con materiales de importación y exportación. Según testimonios de soldados y guardias estatales, ahora usan placas de acero de grado militar que se compran en Estados Unidos.
Las modificaciones
Su alta dureza y resistencia al calor las hacen resistentes a explosivos, los toldos de las camionetas usan acero de grado MIL-A 46100, que hace que las bombas que dejan caer los drones hagan el menor daño posible. Las placas también se han encontrado en la suspensión de los vehículos, haciendo que la destrucción de una mina terrestre se mitigue.
Respecto a minas y drones, se informó que algunos vehículos poseen un software que, además de interceptar las aeronaves no tripuladas, pueden tomar el control de estas, mientras que para los explosivos terrestres tienen alfombras especiales de última tecnología que “absorben” las ondas explosivas y con cajones con blindaje categoría 5 que protegen el motor y la batería.
Las metralletas ahora van por dentro y salen por las aspilleras de las puertas. En algunos tienen torretas con puerto universal para montar fusiles Barret 50, mástiles para instalar telescopios e, incluso, delgadas mangueras en los espejos laterales que expulsan gas lacrimógeno a quien se acerque a intentar reventar el blindaje con disparos a corta distancia.
La preocupación de las fuerzas armadas es que los vehículos monstruo con tecnología de guerra protegen más a los narcos de lo que las unidades oficiales lo hace con quienes los combaten.