Felipe Aurreola.
A lo largo de los próximos meses, antes de que concluya el 2024, los mexicanos observaremos un deterioro en la capacidad de raciocinio político de la actual clase en el poder.
En esta semana apreciamos como se ha ido incrementando una campaña de odio hacia quienes piensan diferente en el ámbito político, que raya en la esquizofrenia. Esquizofrenia encabezada por un personaje que el día de ayer se llamó predicador.
La frustración de no haber alcanzado la mayoría necesaria para imponer su Reforma Eléctrica incentivó el discurso de odio del Presidente András Manuel López Obrador, desde el púlpito La Mañanera; primero vistiéndose como un demócrata, pero justificando el que se exhiba a quienes pensaron diferente tildándolos de traidores a la patria.
Incitando con ello a sus fanáticos a agredir a los diputados federales opositores, propiciando un posible escenario de índole criminal.
Días antes de la votación de la propuesta de Reforma se les estuvo acosando de manera constante y sistemática desde el poder.
Al día siguiente de que no fue aprobada la iniciativa presidencial, Mario Delgado y Citlalli Hernández, presidente y secretaria de Morena, anunciaron una campaña nacional para desprestigiar, hostigar e intimidar a los diputados que votaron en contra, promoviendo el odio en contra de los que piensan diferente al acusarlos de “traidores a la patria”.
Se activaron sus redes y las primeras reacciones se dieron en contra de los diputados opositores, mismas que se han traducido en asaltos y agresiones a la propiedad e integridad.
El presidente del CEN de Morena, Mario Delgado dijo, al arrancar su campaña de odio: “Queremos que la gente vea las caras, los rostros, los nombres de los traidores para que no olvidemos nunca quién le dio la espalda al pueblo, a nuestros hijos. Quienes deshonraron tantos siglos de historia que tenemos como nación”.
Delgado aseguró que, durante las campañas de este año, llevará a legisladores de la bancada morenista en San Lázaro para que den testimonio del rechazo a la iniciativa del titular del Ejecutivo Federal en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, donde se celebrarán elecciones el 5 de junio.
A dos días de haber perdido la votación parlamentaria para aprobar la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, diputados morenistas colocaron las fotografías de Jorge Romero, Jorge Álvarez Maynez, Rubén Moreira y Luis E. Cházaro, coordinadores de PAN, MC, PRI y PRD, respectivamente, a un costado del pleno, para evidenciar quién votó en contra de la reforma eléctrica.
Ante esto “Va por México” denuncio a Morena ante la ONU, concretamente la representación del Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos, por amenazas de muerte y campaña de odio.
En representación de los diputados de la coalición Va por México, Sofia Carvajal, Norma Angélica Aceves y Javier González, del PRI; por el PAN, Margarita Zavala, Mariana Gómez del Campo, Laura Contreras y María Teresa Castell, así como la perredista Gabriela Sodi, entregaron la denuncia dirigida a Michelle Bachelet Jeria, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Es lamentable que políticos con ideas afines al partido en el gobierno atenten contra la integridad de las y los diputados que en el marco de su ideología, conciencia y argumentos decididos votar en contra de una reforma que podría afectar a las y los ciudadanos”, expusieron los legisladores de oposición en la denuncia.
A lo anterior se agrega las demandas que presentarán por daño moral en contra de Mario Delgado.
Una vez ocurrido esto, la secretaría General de Morena, Citlali Hernández personaje que detalló las acciones de la campaña de odio donde se incluye circular en redes sociales carteles con nombre, fotografía y partido político a quienes considera “traidores a la patria”, y la colocación de “Muros de la ignominia” y tendederos en plazas públicas; de manera cobarde se victimizó acusando a los quienes interpusieron la denuncia ante la ONU de “expresiones clasistas y racistas”. Cuando ha sido el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha incitado la polarización y el discurso del odio, justificándose en su derecho a la libertad de expresión y olvidando que es un jefe de estado y de gobierno, no de una secta enferma.
Lo mismo dividió a la población en fifís conservadores y en liberales y pueblo. Señalizó a empresarios y algunos medios como corruptos y emisarios del viejo régimen; traicionó a quienes le abrieron espacios en sus tiempos de eterno candidato.
Citlali Hernández y Mario Delgado Carrillo cubren con el manto de la impunidad y el olvido a un par de traidores a la patria que tienen entre sus propias filas.
De ellos abundaremos en la próxima entrega.
