Oliver Velasco*
Ya se ha analizado con anterioridad los contenidos de la reforma eléctrica propuesta por el ejecutivo federal, pero este espacio está dedicado a las implicaciones que esta propuesta de reforma tiene fuera del ámbito eléctrico. Más allá de la electricidad existe el ámbito político, y los tres escenarios que plantea la reforma eléctrica: su aprobación sin modificaciones, su aprobación con modificaciones y su rechazo, implican distintas coyunturas políticas que afectaran por lo menos a tres coyunturas políticas próximas: las elecciones de 2024, la continuidad del proyecto obradorista dentro de morena y las relaciones internacionales con las consecuencias económicas que implica para la vida del país.
La semana que inició el 17 de enero comenzó con el ejercicio de parlamento abierto para la discusión sobre la reforma eléctrica. Cabe señalar que al principio del ejercicio el ánimo parecía de buena fe y de talante optimista. Sin embargo, conforme fueron pasando los ponentes y ausentándose otros actores importantes del dialogo, como los representantes de las empresas. Las esperanzas en que el ejercicio mostrara una discusión técnica y de altura se fue desvaneciendo con los ya muy mentados discursos que no abonan al verdadero interés público sobre: soberanía, los representantes del pueblo oprimido y la maldad de las empresas trasnacionales. Dando paso a la discusión técnica, pero en torno al numero de votos necesarios para su aprobación y en el cómo conseguirlo a través del desmantelamiento de las fuerzas políticas de oposición y sus alianzas.
En el caso de que la repartición de embajadas a exgobernadores, que la compra de diputados para que cambien de bancada, el intercambio de favores, o la extorción a través del poder judicial, genere los dividendos necesarios para la aprobación en el congreso del paquete de reforma, sin necesidad de cambiar una coma. El triunfo del presidente será contundente y no sólo habrá asegurado su reforma, sino que además habrá garantizado la continuidad de su proyecto hacia 2024, ya que también habría de finiquitar las esperanzas de una gran alianza de oposición, y a quien quiera que decida poner, sea: Claudia Sheinbaum o Adán Augusto López tendría la carrera presidencial prácticamente asegurada. Cabe hacer un paréntesis aquí sobre la posible escisión de Morena por la inconformidad de Ebrard y Monreal. Ambos personajes no tienen un peso político de liderazgo en las bases y no implican mayor riesgo para una desbandada dentro del partido, por lo que son prescindibles dentro del cálculo político. Ellos mismos lo saben y Ebrard siendo un hombre más disciplinado y prudente, al estilo del viejo PRI, no chistara por su no nominación mientras siga figurando en alguna secretaria. Por su parte Monreal haría un poco más de aspavientos, pero carece de poder político y se conformaría con el ya empobrecido coto zacatecano. Finalmente, el problema con este escenario radica en el ámbito de la política exterior, dónde nuestros socios norteamericanos ya se encuentran presionando a México para que desista de sus ambiciones nacionalistas y proteccionistas. Desafortunadamente no sabemos hasta donde podrían llegar las afectaciones económicas en este caso. La buena noticia es que nuestras economías están lo suficientemente integradas para que haya ruptura, la mala noticia es que probablemente seamos bloqueados de convertirnos en una economía secundara, es decir, de manufactura con valor agregado, y continuemos en el mejor de los casos como el granero y frutero de los Estados Unidos y Canadá.
Es así como llegamos al segundo escenario; donde más allá de un buen trabajo de cabildeo de la oposición, es precisamente la presión lo suficientemente fuerte de las potencias extranjeras las que podrían cambiar el sentido de la reforma eléctrica. Si la reforma eléctrica es aprobada con cambios que permitan la participación de los privados en igualdad de condiciones o con la preminencia de la CFE, que permitiera el reparto de cuotas en el servicio eléctrico con impuestos a la producción de las empresas energéticas privadas y con un bloqueo a la autogeneración por parte de otras industrias, la victoria del presidente sería parcial y ello implicaría que para el 2024, la alianza podría continuar en pie y plantear un escenario de incertidumbre que implicaría la continua lucha por parte de las fuerzas políticas para sabotearse rumbo a las elecciones; por un lado Morena continuaría coqueteando con líderes locales de los partidos de oposición, mientras sigue utilizando a la fiscalía y la mañanera para atacar las cabezas de los posibles candidatos de la alianza. Por el otro lado, el PRI, PAN y PRD continuarían intentando generar rupturas dentro de Morena ofreciéndoles a individuos como Monreal y Ebrard lo que en su partido no les ofrecen. Mientras que ambos: oposición y oficialismo cantarían victoria sobre los cambios y la aprobación de la reforma eléctrica.
Finalmente, el último escenario en el caso que los números no den, ya sea por la presión extranjera o por la medianamente funcional alianza de oposición, en la que poco hay que creer. Implicaría un tremendo revés a las aspiraciones de continuidad del proyecto presidencial para 2024. Si bien, no implicaría que no sería posible que Morena se llevara la elección presidencial de ese año, si implica que existiría una mayor posibilidad de ruptura dentro del partido entre las alas ya existentes de: “radicales” y “tecnócratas”, que se echarían la culpa los unos a los otros por su cerrazón, y que dicho conflicto podría ser capitalizado con mayores réditos por parte de la oposición. La incertidumbre política sería aun mayor rumbo a aquellas elecciones y veríamos cada vez más los ataques y el clima de polarización en las redes sociales. Sin embargo, el presidente no saldría tan mal parado, ya que todavía tiene la posibilidad de demostrar su musculo político con la consulta popular, pero ese es otro análisis que pronto haremos.
*Profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa en la Facultad de Ciencias Sociales en las licenciaturas de economía y sociología. Licenciado en filosofía maestro en estudios filosóficos por la Universidad de Guadalajara, maestro en gestión pública aplicada por el Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara. Actualmente doctorante en la Universidad Autónoma de Nayarit/ Contacto a: olivervelasco@hotmail.com
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