Oliver Velasco
Se puede calificar el presente documento de tendencioso, conservador, fifi, que pertenece a la prensa sicaria, pero se expondrá con la mayor cantidad de datos posibles los acontecimientos que han ocurrido a lo largo de la pandemia y a la serie de políticas implementadas en dos aspectos de la misma: la mortandad y la falta de estrategia del gobierno para evitarla, y la falta de apoyos económicos que impulsaron una serie de prácticas sociales de riesgo.
México fue advertido por institutos como la Universidad John Hopkins sobre el crecimiento exponencial en los contagios con las políticas que se pretendían aplicar desde fechas tan cercanas al inicio de la pandemia como marzo de 2020.
Desde aquel momento, aunque las políticas oficiales eran en torno al inicio del confinamiento se hacían declaraciones por parte del subsecretario Hugo López Gatell como: “Vamos a suponer que tenemos una escuela de 1.000 niños y de repente de esos 1.000, un niño tiene la infección. Si yo cierro la escuela en ese momento voy a tener un efecto positivo porque estoy evitando que un niño contagie a 999 niños. Si yo en lugar de cerrar la escuela en ese momento, me espero a que la escuela tenga 10 niños infectados, puedo cerrar la escuela y esa medida aplicada a 10 contra 990 es más efectiva que si la cierro cuando es sólo uno contra 999”. En esa misma conferencia del día 14 de Marzo de 2020 continua: “Si me espero aún más y tengo a 100 infectados es todavía más efectiva la intervención porque estoy evitando que 100, tienen una mayor fuerza de infección para contagiar a los 900 restantes y así sucesivamente”. Aunque pretendía que esto fuese interpretado bajo un punto de inflexión que fuera el adecuado para evitar los contagios, países como Taiwán, Vietnam, Nueva Zelanda, entre otros tomaban medidas como: desde el 31 de diciembre de 2019 Taiwán fue la primer nación en informar a la organización mundial de la salud sobre el potencial de contagio del virus y como precaución su gobierno comenzó inspecciones en los aeropuertos de vuelos provenientes desde China, haciendo que para Julio de 2020 solo hubiera 449 casos y 7 muertes .
Ya en agosto de 2020 terminando el confinamiento en el país, teníamos un promedio de 650 muertes diarias y México llego a ser líder mundial de defunciones por millón de habitantes por unos días. La política que presumía el gobierno no era la prevención como lo han dicho en múltiples ocasiones, sino que nadie se quedara sin cama en el hospital. Sin embargo: “Si a una epidemia no se le cerca, si no se le acorrala… termina fuera de control” Afirmaba en agosto el Dr. Francisco González, profesor de Política Latinoamericana de la Universidad Johns Hopkins de EE.UU en una entrevista con la BBC , donde califico la actuación del gobierno mexicano como “muy deficiente”.
Si bien, México no es un país cuyas condiciones económicas y de desigualdad social no permiten a la población permanecer en un confinamiento prolongado, los apoyos que el gobierno pudo otorgar para paliar las necesidades económicas de la población tampoco fueron los adecuados. En términos de gasto bruto México fue el penúltimo lugar en una lista de los países del G20.
Si las personas no perciben ingresos es necesario que salgan a la calle a buscarlos, las medidas de apoyo no necesariamente tienen que ser medidas asistencialistas como las transferencias directas desde las arcas del gobierno. Las exenciones fiscales a las empresas impiden que estas despidan trabajadores, en México más de 10 millones de empleos se perdieron durante 2020. Otra forma de apoyo por parte de los gobiernos en otras partes del mundo fueron las condonaciones por parte de servicios públicos o subsidiados: electricidad, agua, Internet, medicamentos, etc. De estas opciones las transferencias directas aunque es el método menos efectivo, también es una opción como lo hizo Estados Unidos. En nuestro país se optó por esta opción, pero en una medida muy limitada como lo muestra el grafico, haciendo los apoyos ineficientes y reducidos.
Obviamente hay personas en la calle, sin responsabilidad social, ni consciencia cívica que ponen en riesgo a los demás por su ignorancia o por su mala fe. Pero no es la mayoría la que tendría que salir si no se tuvieran que ganar el sustento allí afuera. Incluso muchos empresarios han modificado la manera de hacer negocios aprovechando la era digital. Pero aquí se busca exponer con dos ejemplos como la actual administración del gobierno de México ha fallado en prevenir la pandemia y ayudar a salvaguardar la integridad de sus ciudadanos. Hoy con más de 170,000 muertos y con una campaña de vacunación a punto de iniciar, por segunda vez, debemos reflexionar no solo en nuestras responsabilidades ciudadanas, sino en lo que se nos ha quedado a deber.
*Profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa en la Facultad de Ciencias Sociales en las licenciaturas de economía y sociología. Licenciado en filosofía maestro en estudios filosóficos por la Universidad de Guadalajara, maestro en gestión pública aplicada por el Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara. Actualmente doctorante en la Universidad Autónoma de Nayarit/ Integrante de Unidad Democrática Sinaloa.
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