- Sergio Castro, encabeza a migrantes de Los Ángeles, que cantarán para la patrona de América Latina en la Ciudad de México
Fieles guadalupanos partieron ayer en caravana del Valle de San Fernando al cerro del Tepeyac, en la ciudad de México, a acompañar a don Sergio Castro, el Charro de la Rosa Blanca, a quien el arzobispo primado de México encargó abrir las mañanitas a la Virgen de Guadalupe en su día, en representación de la comunidad migrantes en Estados Unidos.
“Soy el primer migrante llamado a cantarle las mañanitas a nuestra Virgen de Guadalupe”, platicó don Sergio por teléfono a La Opinión.
“Al cantar voy a pedir a la Virgen por toda nuestra gente migrante, por la paz mundial y por una reforma migratoria”, dijo el intérprete residente de San Fernando.
Don Sergio llegó de Apatzingán a Los Ángeles al acompañar a su mamá cuando el cantante tenía 10 años de edad y recuerda que desde que vivía en Michoacán su madre lo llevaba a cantarle a la virgen cada 12 de diciembre.
La madre de don Sergio falleció este año víctima de un accidente, y el cantante dijo que también acude a la Basílica, la iglesia que consagra a la Virgen de Guadalupe, para pedir por su mamá.
Al filo de la medianoche del 11 al 12 de diciembre, Sergio Castro estrenará en vivo desde el Tepeyac la canción “Renovando nuestra fe”, del compositor Roberto Bravo, también residente de Los Ángeles,
El señor Bravo era corredor de Izúcar de Matamoros en el central estado mexicano de Puebla desde donde, antes de venir a Los Ángeles, para honrar a la Guadalupana corría cada año al cerro del Tepeyac, donde la Virgen se apareció a Juan Diego Cuauhtlatoatzin en 1531, de acuerdo con la iglesia católica.
“Yo veía a la gente que llegaba desde todo México, de Latinoamérica más bien, a hacer sacrificios para pagar mandas –cumplir promesas ofrecidas a la virgen a cambio de milagros–, y cuando vine a Los Ángeles traje el recuerdo de ese fervor”, dijo el autor.
Como feligrés de la iglesia de San Vicente de Padua en Los Ángeles, don Roberto se inspiró en la fe que veía cada vez que corría al Tepeyac para componer su “Renovando nuestra fe”, que cantaba como integrante del coro de la iglesia.
“La gente me preguntaba dónde podía comprar mi disco y yo les decía que no grababa, que algo que me nació escribir para la Virgen, pero luego comencé a pensar que sí valdría la pena grabarla, pues yo veía que cada año cantaban las mismas canciones a la Virgen cada 12 de diciembre”, dijo.
Don Sergio Castro, a quien llaman el “Charro de la Rosa Blanca” porque al final de cada concierto regala esa flor, accedió a interpretarla y ambos se pusieron de acuerdo para mandar su grabación a un amigo mutuo, Bernabé Montes de Oca, también guadalupano y cercano al arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes.
“Me hiciste llorar”, dijo Montes de Oca al compositor después de escuchar la pieza. Dijo que en cuanto la escuchó el arzobispo primado, decidió que “tenemos que abrir las mañanitas a la Virgen con esta canción”.
El arzobispo envió al Charro de la Rosa Blanca una carta en que pide que abra la sesión de las mañanitas al filo de las 12 de la noche del 11 de diciembre. Desde ahora la caravana va a regresar cada año a ver a la virgen.
La carta es una constancia de la iglesia católica que da fe de que Castro es el primer migrante mexicano radicado en Estados Unidos invitado a cantarles las mañanitas a la Virgen de Guadalupe en su día.
El cantante dijo que va a atesorar la carta del arzobispo. “Para mí es un gran orgullo, porque antes han encargado abrir las mañanitas a la Virgen por ejemplo a Lucerito y a Marco Antonio Solís, ‘El Buki’”, dijo Sergio Castro.
“Pero también es un gran honor, porque voy a cantar en representación de la comunidad migrante guadalupana, que creo que somos millones de migrantes” en todo el país, agregó.
Después del festejo a la Virgen, el cantante y el compositor van a hacer una gira por algunas ciudades de México, antes de regresar a Los Ángeles alrededor del 16 de diciembre.
En México el 12 de diciembre es una fecha de festividad nacional y de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo es un día de asueto. Las autoridades de 18 instituciones desarrollan un operativo desde el 5 de diciembre en previsión de toda la gente que se espera se acerque a la Basílica.