Ulises Milán
Muy buen día estimados lectores, de nueva cuenta aquí estoy escribiendo para ustedes y deseándoles como siempre que cumplan todos los sueños y metas en su vida. ¡LES MANDO UN ABRAZO, ANIMO!
La representación se da en el marco del sistema electoral preferentemente, y en México tenemos un sistema de una vuelta tipo mayoritario; por ejemplo, hay quienes dicen que el partido en el poder representa a todos los mexicanos. Sin duda representa una parte del electorado mexicano, más no su totalidad.
Cabe decir que, al momento de votar el electorado casi siempre no tiene definido sobre qué quiere votar, simplemente vota porque le parece lo más “sensato”, más no tiene una agenda clara por ejemplo local de necesidades públicas que deban resolver en el gobierno.
Ahora bien, no todos los ciudadanos distinguen el nivel de representatividad en las elecciones, hoy más que nunca enfrentamos problemas regionales y estos se resuelven desde diferentes áreas de la administración pública o de la representación en la república en este caso; desde los distintos poderes que comprenden la unión de la república.
La opinión pública intenta enmarcar un problema general o particular de una región en específico como si fuese un problema nacional, y en todo caso no lo es; muchos de los problemas son locales y sería mucho más fácil tener que pedirle cuentas a un legislador por ejemplo plurinominal que se debe a una fuerza partidista y proporcional de votos en un sector en específico geográficamente. ¿Por qué?, porque es más sencillo presionar al candidato que por ejemplo se identifique con ciertas propuestas políticas entre quienes votaron por él y su partido político. Cuándo intentan hacer lo mismo que regularmente no existe una cultura de participación en México muy atenuada para el sistema democrático que habíamos construido después de la transición democrática en el 2000; con un representante que va por mayoría el resultado no es el mismo; existe una tendencia a la agenda nacional y se pierde la representatividad local o regional.
El sistema político marca el paso en cómo se da ese funcionamiento entre los votantes y el representante.
La opinión pública marca una tendencia política en muchos de los casos, más no define una agenda nacional o de partido; por ello es importante que los electores empiecen a votar de manera más inteligente con candidatos que puedan comprometerse no solo políticamente si no funcionalmente con los ciudadanos que votaron a su favor y que se pueda tener un enlace mucho más cercano con el electorado.
Hoy, se intenta mandar un mensaje de una especie de bloque nacionalizador o de interés nacional, cuándo no es así; ya vimos una prueba de ello en los estados de Hidalgo y Coahuila, donde el Partido Revolucionario Institucional retornará a la gubernatura.
En todo caso, se da una discusión de temas públicos que han generado un interés nacional, que ésta por encima de una agenda partidista.
En las elecciones vemos diversas formas de llegar al poder y estas a su vez de representar a los ciudadanos; el viejo sistema comprobó que si hay mayorías legislativas estas se construyen en favor del poder o del partido en el poder quien intenta por sobre todas las cosas concretar su proyecto político.
Hoy se da una lucha de un proyecto ideológico que se quiere instaurar como una alternativa ante el deficiente andamiaje democrático que se había construido a lo largo de los años tras la, pos revolución y la primera alternancia.
Cuando prevalece el sistema mayoritario se atenúa la opinión pública a solo la agenda nacional, en cambio la representatividad electoral en los distritos genera que se lleven a cabo diversas agendas hacia la construcción de un interés nacional.
Parte de la influencia de esa tendencia de la opinión pública para resolver un problema público depende del cómo se presente la opción para resolverlo, en este caso el primer target que tienen los votantes es a través de los partidos políticos y la forma en cómo designan o el método en cómo van a lanzar a sus candidatos para que estos puedan competir y ofrecer esas respuestas de representación con el electorado.
Si el ciudadano ve que el candidato no tiene una agenda abierta de su representación por ejemplo plurinominal, y este solo se enfoca en el “deber partidista”, aleja a esos votantes que decidieron dar su confianza al partido y al candidato, porque va uno seguido del otro.
En el caso de los candidatos para mayorías es viceversa, se entiende una agenda más amplía que se pierde en el discurso local en la mayoría de los casos, porque este al llegar al poder pierde el “hilo conductor” entre el elector y se enfoca en una opinión nacional o la agenda nacional, lo que esta representa en la gobernanza si una realidad, pero que en la mayoría de los casos no es la que enfrentan todas las regiones del país.
Por ello es importante que definan los ciudadanos con mucho más cuidado a quién, porqué, y a qué opción política en su caso para el sistema de una vuelta como el mexicano, deberán dar la confianza al momento de votar y además poder seguir con una comunicación colectiva con el representante popular.
*L.C.C Héctor Ulises Milán Guevara/ Gerente Ejecutivo de USCADSIN Unión de Sociedades Cooperativas y Actividades Diversas de Sinaloa y Nayarit/ Ex asesor de legisladores del PAN/ Columnista en medios digitales/ Integrante del Fondo de Agua y Cobalpre Comité Baluarte Presidio/Integrante de COADES Confederación de Organizaciones Acuícolas del Estado de Sinaloa/ Integrante del Comité Sistema Producto Camarón de Cultivo del Estado de Sinaloa/ Fundador y Presidente del “proyecto” UNIDAD DEMOCRÁTICA SINALOA El dialogo es contigo x “Juntos por la Libertad” (Movimiento político ciudadano).