Ulises Milán*
Es importante hoy que se desatan nuevos tiempos para cerrar el 2021 y recibir el 2022; pero no solo eso; si no reflexionar sobre a dónde vamos como nación y cómo ciudadanos en este barco llamado México. Patria que nos vio, nacer, crecer y a muchos morir; patria que tiene historia y nos obliga a pensar sobre lo que estamos haciendo como individuos y como sociedad, participes de esta vorágine que intenta castigar al mandatario de palacio nacional todos los días como lo era en los tiempos del presidencialismo; el presidente es quien tiene toda la culpa; quien dirige todos los caminos de la nación. Ello, ahora nos muestra otra realidad, la de construir juntos a pesar de las diferencias.
Con fuerzas centrífugas que buscan subsistir en este sistema que oprime al que menos tiene oportunidades en una sociedad que consume no solo lo material, si no lo humano.
La nueva clase política tiene que presentarse con rostros y nombres, con ideas y con trabajo; con caminos recorridos en sus distintas trincheras de la vida cotidiana y política; lo que caracteriza es que convergen en un proyecto que no polariza, ni choca con quienes hablan de izquierda o derecha; se suman en una construcción que habla de acuerdos y diálogo, mucho diálogo con la gente, con los ciudadanos.
Hombres y mujeres con una agenda social fuerte pero con ideas claras de a dónde ir en lo local, regional y nacional.
No es fácil, sacarlos de una zona de confort donde se han sentado en la banca por unos momentos a ver en escenario político actual y en el que incluso muchos se sienten decepcionados, sea del nuevo gobierno, de los partido políticos que emanaron, o de los que ya no forman parte. Quienes no pertenecen a un partido político son ciudadanos concentrados como la mayoría en sus labores día a día, es mucho más importante lo personal que la comunidad; pero dentro de sí, tienen esa chispa que los busca a salir a dar lo mejor de sí y han acudido al llamado de construir juntos una alternativa alejada de la vieja clase política que busca de todas las formas posible seguir enquistada en el poder.
“Nuevas caras para nuevos tiempos”.
Enfrentamos como generación, retos importantes y es preciso construir una narrativa no solo en el discurso y en las acciones mediáticas, si no incidir en la sociedad, en la vida de las personas; y para ello el camino no es sencillo, pero es constructivo y lleno de obstáculos; eso lo hace punitivo en el transitar para llegar a ser una opción política como proyecto socialdemócrata, y nos da fuerza para poder demostrar de qué estamos hechos.
La nueva fuerza que se une cada vez más, vislumbra coyunturas permisibles en el escenario político sinaloense y en el nacional, es un menester construir primero una alternativa y una narrativa, sobre ello el plan de acción y propuestas será presentado poco a poco a los ciudadanos con visitas de a pie y con desgloses en los medios de información tradicionales y en las redes sociales.
Escribiremos un nuevo diálogo y un entendimiento que incluye en la agenda a los ciudadanos, a la gente que es relegada por el sistema y también a quienes desean construir desde los distintos sectores un nuevo mecanismo de interacción con una nueva clase política; claro sabemos que tendremos que pasar por los pantanos de la política tradicional y de enquistamiento partidista.
Nuestro objetivo es el sistema democrático, a república; más nos apegamos a la Tercera Vía como proyecto socialdemócrata así como a una agenda progresista pero también con injerencia en el libre mercado.
Lo anterior solo es parte, de las ideas que hemos venido planteando en el movimiento de Unidad Democrática Sinaloa, y que hemos venido sembrando en los municipios de este bello estado. El camino es largo, pero reconfortante para aquellos que creemos que nuestro país puede avanzar hacia ese camino deseable y posible de una democracia fuerte y con un sistema político que abra puertas al encuentro de una construcción social donde partidarios de la derecha liberal o izquierda puedan converger para así juntos defender lo bueno que se ha construido en esta noble nación y en nuestra patria.
“Aún es posible, solo si deseas que suceda”.
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