- ¿Por qué no toca los fideicomisos del Ejército?.
- A su sed de venganza, misoginia y polarización se suma la burla.
Felipe Aurreola.
felipeaurreola1@gmail.com
La última línea de defensa contra el abuso del poder; está siendo víctima del abuso de otro poder.
Con la complicidad de los diputados federales del partido de su propiedad más la suma de los que abrevan en ese amasiato político; el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende atracar 15 mil millones de pesos de 13 de los 14 fideicomisos del poder Judicial; afectando a 50 mil trabajadores, de los que el día de ayer se burló cínica y descaradamente.
Esta pretensión de atracar recursos por una sed de venganza traerá consecuencias políticas a corto y mediano plazo, ¿Por qué? Porque es el enfrentamiento de un poder (Ejecutivo) utilizando otro poder (Legislativo) en contra de otro (Judicial); con la salvedad de que en este último habrá elementos que contarán con poder mientras que los actores: Presidente y diputados ya se van.
Los fideicomisos del Poder Judicial ya existían desde hace 25 años antes de la llegada de López Obrador; se integran con recursos del presupuesto que se le asigna al poder judicial y se publican en el Diario Oficial de la Federación para que la gente los pueda revisar. Los fideicomisos han sido revisados año con año por la Auditoría Superior de la Federación, instancia que nunca hizo observación alguna.
Los fideicomisos no se impugnaron ni por López Obrador ni sus empleados del legislativo desde el 2018 hasta el 2022. Hasta que en su sed de venganza y su misoginia quien aún gobierna decidió cobrarse la afrenta que sufrió de la ministra Norma Piña, al no levantarse hace dos años del presídium en la ceremonia de aniversario de la Constitución en Querétaro. La venganza se da también la motiva el hecho de no haber podido controlar al Judicial como su mentalidad imperial pretende.
Y en esa tesitura, el presidente López Obrador ha transitado en dos vías: la primera es asfixiar presupuestalmente al Poder Judicial a través del Poder Legislativo como lo demuestra el hecho de que a lo largo de los últimos cuatro años se le ha reducido el presupuesto en un 17.5 por ciento.
Esto representa una reducción de 16 mil millones de pesos, cantidad similar a lo que defraudó SEGALMEX cuyo director sigue siendo cobijado por el propio Presidente.
La segunda ha sido el de vilipendiar, difamar, injuriar y minimizar el trabajo de magistrados, jueces y ministros así como su personal de apoyo como son secretarios, actuarios o mecanógrafos; y los trabajadores generales.
Un ejemplo de esto lo pudimos observar a nivel nacional cuando en La Mañanera se burló de los trabajadores que se han manifestado, a quienes acusó.
Voracidad selectiva presidencial.
Ante el hecho contundente de que en sus primeros años de gobierno se acabaron decenas de miles de millones de pesos, acumulados a lo largo de casi doce años en un Fondo de Estabilización, creado para enfrentar situaciones de crisis como posibles devaluaciones; el Ejecutivo volvió la mira hacia otros “cajones de dinero”.
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Más allá de su obsesiva y enfermiza sed de venganza; el presidente López Obrador hizo desaparecer, ordenando a sus empleados de la Cámara de Diputados, 109 fideicomisos que iban desde modestos 200 mil pesos hasta 13 mil millones de pesos; afectando ciencia e investigación, educación superior, apoyos a madres de familia y a muchos sectores más. Desapareció el Fondo Nacional de Desastres Naturales dejándole la carga a estados y municipios y programas sumamente sensibles y de alto impacto social como el de las guarderías para madres trabajadoras.
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En relación a los fideicomisos, los argumentos esgrimidos y coreados por los diputados federales afines fueron: que los fideicomisos eran inútiles, faltos de transparencia y nido de corrupción.
Sin embargo nunca se presentó una sola prueba, nunca judicializaron una sola carpeta de investigación; así como nunca los mexicanos sabremos a donde fueron a parar esos 63 mil millones de pesos.
Para apoderarse de los fideicomisos del Poder Judicial la iniciativa que aprobaron cerca de 280 diputados señala: “… necesitamos extinguir los fideicomisos porque queremos un poder judicial imparcial, independiente, eficaz, auditable y austero…”
Cómo poderes, no deberían de poner el ejemplo desde el mismo Legislativo?.
Pablo Majluk enfatiza en La Hora de Opinar, que conduce Leo Zuckermann; que la acción es una venganza y una preparación con tres objetivos:
- Debilitarlo lo más posible en la antesala de la elección del año venidero, con un elemento de temporalidad crucial, la prueba es que no les interesaron los fideicomisos los primeros cinco años cuando tenían un presidente ministro a modo pero ahroa que tienen a Norma Piña que esta ejerciendo un evrdaero contrapeso no les conviene un poder judicia fuerte
- El objetivo es convertir a los ministros en enemigos públicos, enemigos del pueblo en símbolos de la corrupción y los privilegios para galvanizar al electorado en torno al plan C, recordemos de lo que se pretende es someterse a los jueces y ministros a elección popular; y
- Tenderle una trampa al poder judicial en la que termine convirtiéndose en juez y parte porque todo esto se va a impugnar y eventualmente recaerá otra vez en la Corte. De modo que le permitirá también dibujarlos como protectores de sus propios privilegios.
En esta estrategia no les ha importado afectar a 50 mil trabajadores; ya que esos fideicomisos están relacionados con derechos laborales, con prestaciones medicas y de salud, así como complemento de pensiones del ISSSTE.
Toda esta estrategia se está orquestando con una serie de mentiras flagrantes difundidas por el aparato propagandístico del gobierno.
Nota: En la siguiente entrega abordaremos las mentiras y los fideicomisos intocables del Ejército.
