PEDRO INFANTE, HOY CON CIEN AÑOS Y SIGUEN PENSANDO EN TI.

– En el centenario de su nacimiento, este sábado 18 de noviembre, los múltiples homenajes lo siguen valorando como el Máximo Ídolo de México.

– De Mazatlán para el Mundo, su encanto sigue conquistando generaciones.

Ríos y ríos de tinta se han utilizado en escribir biografías, anecdotarios, estudios, reportajes, notas y breviarios sobre Pedro Infante Cruz; quien este sábado 18 de noviembre cumple el primer centenario de su nacimiento.

Homenajes se han preparado en todos lados, no nada más en Mazatlán; ya que su presencia y recuerdo es internacional.

Nos vamos directamente al Wikipedia, para obtener el resumen de su vida. No están los espacios digitales para contener en un solo artículo o reportaje los miles de “golpes” de teclado que amerita la obra de quien nació en Mazatlán un día como hoy pero de 1917.

Vá….

Pedro Infante Cruz (Mazatlán, Sinaloa, 18 de noviembre de 1917-Mérida, Yucatán, 15 de abril de 1957)1​ fue un cantante y actor mexicano, uno de los íconos de la Época de Oro del Cine Mexicano, así como uno de los grandes representantes de la música ranchera. A partir de 1939 apareció en más de 60 películas, y desde 1943 grabó aproximadamente 310 canciones. Por su actuación en la película Tizoc (1956), fue acreedor al Oso de Plata3​ del Festival Internacional de Cine de Berlín al mejor actor principal, y al premio Globo de Oro4​ a la mejor película extranjera, otorgado por la prensa extranjera acreditada en Hollywood. Murió a los treinta y nueve años cuando el avión que piloteaba se cayó en pleno centro de la ciudad de Mérida durante su despegue.

 

Hijo de Delfino Infante García y de Doña Refugio Cruz Aranda, nació el 18 de noviembre de 1917 en el puerto de Mazatlán, Sinaloa. Su nombre completo fue Pedro Infante Cruz. Su padre, quien era maestro de música, tocaba varios instrumentos en diferentes bandas y orquestas de Sinaloa; Pedro asistió en Guamúchil (Sinaloa) a la primaria, logrando terminar hasta cuarto grado. Sin embargo, la necesidad económica de su familia era muy grande, por lo que Pedro tuvo que comenzar a trabajar desde temprana edad. Su primer empleo fue en la “Casa Melchor”, un comercio que vendía implementos agrícolas. Pedro era el mandadero de la casa, y a pesar de que sólo era un niño, a los pocos meses, los dueños lo nombraron “Jefe de mandaderes”. Pedro aprendió la talla de madera en el taller del Sr. Jerónimo Bustillos, donde estuvo durante 5 años. “Era el oficio de Cristo” decía siempre con orgullo; además durante su tiempo libre hizo su primera guitarra, comenzando así su afición a la carpintería, misma que lo acompañó toda su vida.

Pedro fue el cuarto de quince hermanos, de los cuales sólo sobrevivieron nueve, María del Rosario, Ángel (que también fue actor y cantante), Pedro, María del Carmen, María Concepción, José Delfino, María del Consuelo, María del Refugio y María del Socorro. A principios de 1924 se mudaron a Guamúchil (Sinaloa), donde Pedro pasó su infancia y es por ello que se le conoce como El Ídolo de Guamúchil.

 

Desde temprana edad mostró talento y afición por la música, aprendiendo diversos instrumentos. Apoyado por su padre el joven Pedro Infante estudió guitarra con el maestro Carlos R. Hubbard. Con el tiempo, llegó a formar una pequeña orquesta a la que bautizo como “La Rabia”. Tocaban en los cabarets de Guamúchil, a diez centavos la pieza. La Rabia llegó a ser conocida en todo Sinaloa, gracias a que también tocaban en rancherías y pueblos cercanos. Pedro contaba entonces con solo 16 años de edad.

A la edad de 17 años, en Guamúchil, se convirtió en padre por primera vez, de la niña Guadalupe Infante López, debido al romance que sostenía con Guadalupe López, la que fue su primera novia formal. Dicho romance fue revelado tiempo después de la muerte del ídolo de México.5​ Posteriormente conoció a María Luisa León (10 años mayor que él), quien convenció a Pedro para que se mudaran a la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades para el talentoso joven que ya en Sinaloa había alcanzado reconocimiento como cantante. En México, el 19 de junio de 1939, Pedro y María Luisa se casaron6​ y un año después adoptaron a Dora Luisa Infante hija de María del Carmen Infante, hermana de Pedro.

Posteriormente conoció a la bailarina y actriz Lupita Torrentera, cuando ella tenía solamente 14 años de edad, con quien tuvo tres hijos: Graciela Margarita, Pedro y María Guadalupe Infante Torrentera. Su hijo Pedro Infante Torrentera fue también actor y cantante, y su hija Lupita Infante Torrentera fue actriz, conductora y cantante. De su relación con la joven actriz Irma Aguirre Martínez, mejor conocida como Irma Dorantes, a la que conoció cuando ella tenía solamente 14 años de edad, nació Irma Infante Aguirre quien también tiene una carrera como actriz y cantante.

En Culiacán fue vocalista de varias orquestas y se presentó en la radiodifusora local XEBL. Su esposa María Luisa León, consideró que podía tener futuro y lo impulsó para que siguiera su carrera de cantante en la Ciudad de México. Para 1938, ya cantaba en la XEB; también se presentó en el teatro Colonial con Jesús Martínez Palillo y Las Kúkaras, así como en el centro nocturno Waikikí. Su primera grabación musical, El Soldado Raso fue realizada el 19 de noviembre de 1943, para el sello de Discos Peerless, aunque otras fuentes dicen que la primera canción que grabó fue el vals Mañana, que pasó sin pena ni gloria.7​8​

Pedro Infante, protagonizó como actor más de 60 películas entre 1939 y 1957, lo que lo convirtió en uno de los más grandes ídolos de la llamada Época de Oro del Cine Mexicano, se tiene el registro de que grabó 344 canciones en estudio (no incluidas las tomas alternas, ni conciertos) por lo que fue ampliamente reconocido en México. Pedro Infante inició como extra en la película En un burro tres baturros, y participó en algunas cintas como actor secundario. Su carrera como actor con un papel principal inició con la película La feria de las flores en 1943.

Muchas de sus películas más exitosas fueron dirigidas por el director de cine Ismael Rodríguez. Luego de filmar Mexicanos al grito de guerra (1943), Ismael Rodríguez tuvo su primer contacto profesional con Pedro Infante en la comedia urbana y musical titulada Escándalo de estrellas (1944), una sátira del mundo del cine. De ahí, Ismael lo invitó en Cuando lloran los valientes (1945), un melodrama sobre la revolución en el norte; entonces apareció la actriz Blanca Estela Pavón, futura “pareja ideal” de Infante.9​

Bajo la conducción de Ismael Rodríguez, Infante se convirtió en un actor de popularidad excepcional entre un gran público nacional y el melodrama arrabalero fue el género definidor de la época. A partir de la década de 1940, la migración masiva de campesinos a las ciudades (básicamente a la Ciudad de México), que constituían la mano de obra necesaria para la naciente industria manufacturera, fueron transformando a México de país rural a urbano, por lo que se formaron “barrios de trabajadores” y surgió la cultura de “la vecindad” (conjunto de viviendas en torno a un patio común), que encontró en Pedro Infante a un ícono de identificación para las nuevas clases obreras urbanas por su personaje de Pepe el Toro en la trilogía melodramática que conformaron las películas: Nosotros los pobres (1947) y Ustedes los ricos (1948) coestelarizadas por Evita Muñoz “Chachita” y Blanca Estela Pavón, y cuatro años después, Pepe El Toro (1952).

Si bien ésa misma migración tenía la nostalgia por la vida rural y con ella se da el auge de la música ranchera y del charro que Pedro Infante interpretó en varias de sus películas, como Los tres García y Vuelven los García, que coestelarizó al lado de la actriz Sara García, Abel Salazar, Víctor Manuel Mendoza, Blanca Estela Pavón, Marga López

En 1948 el cineasta hizo Los tres huastecos, en donde Pedro Infante protagonizó tres personajes que son hermanos: un macho belicoso de Tamaulipas, un cura potosino y un veracruzano capitán del Ejército Mexicano, coestelarizada por Blanca Estela Pavón. En las escenas donde aparecen los tres hermanos cantando, Pedro es acompañado en realidad por sus dos hermanos Ángel y Pepe, realizando tomas donde aparecen sus figuras de espaldas.

Las películas mencionadas fueron producidas por la firma Rodríguez Hermanos. Roberto Rodríguez también dirigió a Infante en tres cintas: las comedias rancheras Dicen que soy mujeriego (1949), con Sara García de abuela otra vez del héroe, El seminarista con Silvia Derbez (1949) y el melodrama de principios del siglo XX La mujer que yo perdí (1949), donde reunió por última vez a Pedro Infante y Blanca Estela Pavón, pues la actriz murió ese mismo año en un accidente de aviación.

Realizó dos películas con Luis Aguilar donde se caracterizaba como motociclista, A toda máquina, 1951 y ¿Qué te ha dado esa mujer?, 1951, en la que comparte la pantalla con Carmen Montejo Rosita Arenas y Gloria Mange.

Posteriormente retomó el personaje del charro y del “vaquero norteño” (quizás su personaje más auténtico), en Ahí viene Martín Corona con Sarita Montiel, (1951), y Los hijos de María Morales (1952), con Antonio Badú, Carmelita González, Emma Roldán, Irma Dorantes.

Una de las mejores caracterizaciones de Pedro Infante fue la del gran compositor mexicano Juventino Rosas en la película Sobre las olas, con un argumento basado en la vida del autor del célebre vals mexicano. Los naturales dotes musicales de Pedro contribuyeron a su célebre interpretación.

Recibió el Ariel que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas al mejor actor por su papel en la película La vida no vale nada, con Domingo Soler, Wolf Ruvinskis, Lilia Prado, Rosario Granados, Magda Guzmán.

Su penúltima película, Tizoc, en 1956, al lado de María Félix fue un éxito internacional, por la que obtuvo el Oso de Plata del festival de Cine de Berlín, como mejor actor principal. Este premio lo obtuvo de manera póstuma, es decir, después de su muerte en 1957 y fue recogido por el productor Antonio Matouk quien dio a conocer a los asistentes al festival que Pedro Infante había fallecido por lo que todo el mundo se puso de pie y le brindaron un minuto de aplausos. El premio quedó en manos del cineasta Ismael Rodríguez quien lo recibió de parte de la madre de Pedro ya que según palabras de ella Ismael fue el “padre cinematográfico” y era justo que se quedará con el reconocimiento.

 

Pedro Infante interpretó canciones de diversos géneros: vals, chachachá, canción mexicana tradicional, canción ranchera y bolero. Sin embargo, la inmensa mayoría de sus interpretaciones más populares pertenecen a los géneros de música de mariachi y ranchera.

Algunas de sus canciones más populares incluyen: “Amorcito corazón”, “Cien años”, “Te quiero así”, “La que se fue”, “Ella”, “Paloma querida”, “Maldita sea mi suerte”, “Por un amor”, “Mañana”, “Que te ha dado esa mujer”, “Mi cariñito”, “Dicen que soy mujeriego”, etc., de compositores como: Manuel Esperón, Gilberto Parra Paz y José Alfredo Jiménez entre otros.

“Amorcito corazón” de Manuel Esperón y Pedro de Urdimalas, es posiblemente la interpretación más célebre de Pedro y una de las canciones más famosas en la cultura popular mexicana, además que con la versión de estudio de esta canción nació el género bolero ranchero.

Asimismo, la canción mundialmente famosa “Bésame mucho” de la compositora Consuelo Velázquez, fue la única melodía que grabó en inglés y la interpretó en la película A.T.M. ¡¡A toda máquina!! con Luis Aguilar.

Pedro Infante fue acompañado a menudo por los grandes conjuntos musicales de ese tiempo como el Mariachi Guitrón, el Mariachi Perla de Occidente, las Orquestas de Noé Fajardo y la de Antonio Bribiesca, el Trío Tamaulipeco de los Hermanos Samperio, y en algunas ocasiones el Mariachi Vargas de Tecalitlán, entre otros.

Para entonces, Pedro Infante ya había creado su característico grito de mariachi.

Pedro Infante fue un fanático de la aviación. Acumuló 2989 horas de vuelo como piloto. Estaba registrado con el nombre de rol de “Capitán Cruz”.10​ Previo al accidente que le costó la vida, ya había tenido otros dos accidentes aéreos, el primero en la ciudad de Guasave, Sinaloa, donde al intentar despegar de una pista improvisada el avión no pudo ganar altura y se fue de frente contra un cultivo de maíz, de ese accidente le quedó una pequeña cicatriz a la altura de la barbilla, el segundo desplome fue cerca de Zitácuaro, Michoacán, razón por la que tuvo que implantársele una placa de platino en parte del cráneo.10​

El 15 de abril de 1957, Pedro Infante piloteaba un Consolidated B-24 Liberator, matrícula XA KUN de la empresa TAMSA, el cual fue un bombardero en la Segunda Guerra Mundial. La aeronave se desplomó entre las 7:30 y las 8:00 horas en el cruce de las calles 54 Sur y 87 de Mérida, Yucatán, en el sureste de México, poco después de despegar del aeropuerto, cuando había alcanzado unos 20 metros de altura. Hubo dos víctimas más en tierra. El avión cayó en el patio del predio de la calle 54 Sur y 87 en pleno centro de la ciudad de Mérida. Sin embargo, su monumento se erigió en la calle 62 y 91, ahí se le nombró plaza Pedro Infante.

Pedro era muy querido en Yucatán y después de su muerte, se supo de lo caritativo que era con los menesterosos a quienes les entregaba todos los sábados una despensa, pero claro, previamente su secretario, un joven natural de Belice, confirmaba mediante una visita a casa del menesteroso, si el solicitante realmente vivía en situación precaria. Lo anterior fue declarado por Wilbert Alonzo Cabrera, quien atestiguó lo caritativo del artista y de quien vivían de su industria cinematográfica más de 300 familias.

Año tras año Pedro Infante sigue convocando gran número de fanáticos de todas las edades frente a su tumba en el Panteón Jardín de la Ciudad de México. Entre los asistentes hay quienes se visten como algunos de los personajes que caracterizó y se le recuerda con una misa luctuosa, guardias de honor y, por supuesto, con música y las canciones que hiciera famosas el Ídolo de Guamúchil, lo que demuestra la gran popularidad que aún tiene como actor y cantante en la cultura popular mexicana. También en el sitio en el que murió, en la calle 54 Sur con 87, cada 15 de abril se organiza un desayuno tradicional, una carrera atlética y un festival en la noche.

A su muerte Pedro tenía varios proyectos de guiones cinematográficos, entre los que se encontraban: Las Perlas de la Virgen, La tijera de oro, que estaba a punto de iniciar sus grabaciones cuando ocurrió el accidente que le causó la muerte y cuyo estreno se pretendía en 1958; Suicídate, mi amor, La Chamuscada, película en que actuaría al lado de Lola Beltrán, la reina de la canción vernácula. Al igual que El charro y el cowboy, que sería la primera película estadounidense que realizaría Pedro Infante; El curandero, Ando volando bajo, donde interpretaría a un aviador y se reuniría otra vez con Luis Aguilar y Lilia Prado. Después de la muerte de Pedro se filmó esta película, pero con Luis Aguilar en el lugar de Pedro Infante y Pedro Armendáriz en el lugar de Luis Aguilar; El que con niños se acuesta, también con Lilia Prado y siendo reemplazado por Tin Tan; Amnesia, gimnasia y magnesia, Los de abajo, La risa de la ciudad, Museo de cera dirigida por el director mexicano Ismael Rodríguez por petición de Pedro Infante, en la cual interpretaría a siete personajes, superando así su interpretación en la cinta Los 3 huastecos en la cual cantaría a 7 voces con algunos personajes históricos como: Benito Juárez, Juan Diego, Cuauhtémoc, Pancho Villa y Jesucristo.[cita requerida]

Los principales beneficiarios económicos de su legado han sido los propietarios de los derechos sobre las películas que estelarizó, así como el sello discográfico “Peerless”, (actualmente absorbida por Warner Music) quienes debido a las jugosas ganancias que les genera Pedro Infante, han contribuido enormemente a su promoción y vigencia, sin menoscabo de su auténtica penetración en el gusto de un pueblo que lo considera entrañable.

Pedro Infante conservó la fama después de su muerte. Es notable la presencia de admiradores frente a su sepulcro el día de su aniversario luctuoso, donde se dan cita debutantes de música ranchera y mariachis que rinden tributo a este personaje.

Su estilo alegre y carismático cautivó al público mexicano, y sus actuaciones valientes y pícaras hicieron que muchas personas de distintas generaciones admiraran a Pedro Infante. Representó al mexicano alegre y enamorado, al héroe urbano de la clase trabajadora, lo que le ganó el cariño y la identificación de las clases populares de México y otros países.

Algunos entusiastas especularon muchos años acerca de su muerte como una noticia falsa y creyeron en la posibilidad de que viviera “oculto”. Han aparecido un sinnúmero de supuestos hijos naturales de Pedro, pero en realidad sus hijos son: Guadalupe Infante Márquez, nació en 1934 aproximadamente, Graciela Margarita adoptada por Pedro Y María Luisa León, Lupita Infante Torrentera, Pedro Infante Torrentera, Irma Infante Aguirre y Cruz Infante de quién Doña Refugio, Madre de Pedro reconoció que si era hijo del artista y de una empleada, con la que Pedro Infante Cruz procreó a Cruz Infante, a quien tanto la mamá de Pedro como el hermano José Delfino Infante Cruz reconocieron a Cruz Infante.

En el 2010, año del Bicentenario de la Independencia Mexicana, el canal de cable History Channel realizó una encuesta para designar a “El Gran Mexicano” de entre varias personalidades mexicanas de los últimos 200 años, resultando en segundo lugar, superando incluso a héroes de la cultura popular como Emiliano Zapata y artistas plásticos como Diego Rivera.

HOY A CIEN AÑOS DE SU NATALICIO, PEDRO INFANTE SIGUE MÁS VIVO QUE NUNCA AUNQUE PASEN OTROS …CIEN AÑOS.

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