Obras construidas a medias con recursos federales en la laguna La Pastoría, en la Costa Chica de Oaxaca, está dejando sin trabajo y sin comida a más de 4 mil pobladores y pescadores que ahora buscan de qué vivir.
( Andrea Vega (@EAndreaVega) Animal Político Portal)
Cristina Arellanes y Olmides López sujetan cada una un extremo de la red que han tirado para pescar. De pie en su lanchita de motor esperan a ver qué cae. El sol de mediodía abruma y ellas se distraen con su plática. Cuando calculan que algo pudo haber caído empiezan a jalar la malla, que sale casi vacía de pescados. Apenas dos demasiado pequeños. Las mujeres los devuelven al agua y al final solo se quedan con uno de buen tamaño.
Antes no pasaba así, había buena pesca en la comunidad de Zapotalito, municipio de Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, en la costa chica de Oaxaca. Las redes salían llenas. Cirila Martínez, una de las pobladoras, cuenta que cuando ella empezó a pescar con su esposo, hace 30 años, llegaba a ganar dos mil pesos diarios con mojarra prieta, robalo, cursiento, curvina, camarón. Eran 30 o 40 kilos de producto que les daba para vivir a gusto y mandar a sus hijos a la escuela. Si llegaron a tener carrera fue porque en esa laguna había peces.
Así fue hasta que el gobierno federal llegó en 2014 a construir dos escolleras nuevas que reforzarían la que ya existía en la bocabarra de la laguna, y que en teoría ayudaría a que hubiera más peces todo el año en beneficio de la pesca local. Pero no se han concluido.
En 1972 se construyó la primera escollera, una especie de muro hecho de rocas que ayudaría a redirigir las corrientes para incrementar el caudal de agua y drenar mejor los sedimentos.
La Secretaría de Hacienda asegura haber entregado a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) “los recursos necesarios” que ya están reportados como ejercidos, por lo menos 186 millones de pesos de los 226 millones 666 mil estimados como costo total del proyecto.
La SAGARPA no ha explicado qué pasó con ese dinero, mientras la empresa constructora, Grupo IMPSA, alega falta de pago y evalúan demandar al gobierno. Los más afectados son los más de 4 mil pobladores de Zapotalito y otras cuatro comunidades que se han quedado sin su principal actividad económica: la pesca.
La intervención del gobierno
En esta zona de la Costa Chica de Oaxaca hay un sistema de lagunas. Entre ellas está la de la comunidad de Zapotalito, La Pastoría, pegada a la costa. Su hábitat depende del intercambio de corrientes de agua dulce y salada, y de la entrada de peces desde el océano.
Hoy en un día de pesca apenas se saca un kilo o kilo y medio de camarón y algunos pescados para una venta de 300 pesos diarios. “Casi nomás lo de la gasolina de la lancha. Está duro esto, triste, y nomás vienen y nos prometen y nos prometen, pero no cumplen”, dice Cristina.
Durante el penúltimo intento del gobierno federal por abrir y proteger la bocabarra de Cerro Hermoso en 2003, en el sexenio de Vicente Fox, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) hizo la rehabilitación de la escollera que ya estaba y construyó dos espigones, estructuras usadas para proteger los cuerpos de agua dulce.
“Nosotros les dijimos a los ingenieros que no iba a funcionar. Aquí nacimos, conocemos las corrientes, las olas. Sabíamos que no iba a funcionar y se los dijimos. No nos hicieron caso”, dice Felipe Quiroz Velasco, poblador de Zapotalito y presidente del Comité de Seguimiento al Proyecto de la Boca Barra de Cerro Hermoso.