México sometió a Cuba 7-0 en el estreno de ambos en el Grupo A de la Copa Oro 2019 y presentó su candidatura al título
El director técnico argentino de la Selección Mexicana, Gerardo Martino, no podría haber imaginado un debut más redondo en competición oficial: el Tricolor sometió a Cuba 7-0 en el estreno de ambos en el Grupo A de la Copa Oro 2019 y presentó su candidatura al título desde el primer día.
En el Rose Bowl de Pasadena, en California, y arropado por 65 mil aficionados, México encarriló la contienda en la primera mitad a través de los tantos de Uriel Antuna (2, 44), Raúl Jiménez (31) y Diego Reyes (38), que dejaron el encuentro visto para sentencia.
En la segunda parte, con un público entregado y las gradas llenas de banderas festejando el resultado, Jiménez hizo el quinto (64), Alexis Vega el sexto (74) y Antuna cerró la goleada en el 80 para dejar un resultado para la historia.
México lidera así su llave con tres puntos, empatada con Canadá, que pasó por encima 4-0 de Martinica.
Salida arrolladora
México había ganado a Cuba en 12 de sus 13 enfrentamientos previos, con 44 goles a favor y seis en contra. Con esos antecedentes y con la exigencia propia de un equipo de Martino, los aztecas salieron a sentenciar desde el pitazo inicial.
Y, 117 segundos después, Antuna convirtió el tercer tanto más tempranero de la historia de la Copa Oro y el más rápido en la historia de su país en un torneo de selecciones absolutas, superando el de Luis Flores en México 86, que llegó a los 138 segundos.
El delantero, sorpresa en el once titular, devolvía así la confianza del entrenador argentino.
El Tri no se conformó y se lanzó a por más. Carlos Salcedo, a los 5, Luis Rodríguez, a los 9 y Andrés Guardado, en el 17, rozaron el segundo pero no estuvieron acertados de cara al arco.
Tampoco Jiménez, que marcaba diferencias en tres cuartos de campo una y otra vez pero erraba en la definición hasta que en el 31 aprovechó un espectacular pase entre líneas de Guardado para fusilar las redes.
El capitán azteca volvió a aparecer en el tercero al lanzar el saque de esquina que remató Reyes a la mallas mientras Antuna, al borde del descanso, firmaba la goleada tras solo 45 minutos.
Martino sonreía en la banda y la estadística hablaba por sí sola: el Tri había tirado 15 veces al arco, por ninguna de sus rivales, y había dominado el balón el 75,7 por ciento del tiempo.
Trámite
Tras el paso por vestuarios, México siguió percutiendo los carriles de sus oponentes una y otra vez, encontrando los huecos pero faltándole claridad a la hora de definir.
Carlos Rodríguez volvió a acariciar el gol en el 57 así como Guardado en el 60 con un zurdazo escorado hasta que apareció Jiménez de nuevo para sellar el quinto con un potente disparo dentro del área.
La diferencia de talento era evidente y Cuba aguardaba absolutamente superada el final del encuentro, disparando por primera vez a los 66 minutos un tiro muy desviado y poniendo en apuros a Guillermo Ochoa una única vez, a los 76, con un remate lejano de Aricheell Hernández.
Apenas dos minutos antes, el recién ingresado Vega había cerrado el set en otra acción por banda que los cubanos no supieron defender en todo el encuentro y Antuna de nuevo cerró el choque poco después.
El juego acabó entre olas y “olés” de los aficionados mexicanos, felices por el marcador y el juego desplegado por los pupilos de Martino, máximos favoritos a hacerse con el título junto a Estados Unidos.