- La fiesta patronal en honor a San Antonio Abad se lleva a cabo en esta fecha en diversas iglesias de la ciudad de Puebla, capital del estado.
Como si de una pasarela se tratara, cientos de mascotas y animales de campo desfilaron, con sus mejores vestidos, collares y hasta con gafas de sol, por el atrio de la iglesia de San Antonio Abad, quien es recordado como el santo protector de los animales con motivo de su santoral.
La fiesta patronal en honor a San Antonio Abad se lleva a cabo en esta fecha en diversas iglesias de la ciudad de Puebla, capital del estado.
El templo ubicado en San Antonio Cacalotepec, junta auxiliar del municipio de San Andrés Cholula, en el citado estado, fue el escenario perfecto para que las personas que llevaban a sus mascotas presenciaran la misa que se realizaría en honor de los animales.
Luego de escuchar misa y que las personas comulgaran, los animales salieron al atrio para formarse y así recibir la bendición, con agua bendita, que a muchos animales espantó y a otros les extrañó que alguien que no conocían les pusiera agua en la cabeza.
Tras recibir esta bendición podían tomarse la foto del recuerdo en el altar que previamente montaron las autoridades eclesiásticas del templo con flores y la imagen de San Antonio Abad, donde los dueños esperaban que su mascota, en su mayoría perros, los obedeciera y se sentaran junto a la imagen sin moverse, pero en su mayoría no tuvieron éxito.
Algunas personas intentaron hacer que sus perros socializaran con otros, algunos lo lograron, otros más se espantaban porque las razas eran más grandes que ellos y otras prácticamente arrastraban a su amo para irse del lugar.
La sensación fueron tres perros de raza pastor alemán que estaban sentados sin correa, dos de ellos con gafas de sol y presumiendo su atuendo a todos los asistentes.
Juan Feliciano Macuil, dueño de “Charrasqueado”, un toro de jaripeo, compartió que año tras año lleva a un ejemplar para agradecer que su trabajo se mantiene vivo gracias a los toros, ya que ellos se dedican a llevar el espectáculo del jaripeo a las ferias locales.
“Lo que me motiva a traerlo es la fe, para que den buenos espectáculos en los lugares donde nosotros nos presentamos, como anoche en una feria, este animal dio bonitos reparos y la gente estaba muy emocionada y nosotros también y regresamos con gusto al rancho”, contó por su parte, Gerardo Cuautle.
Aseguró que esta tradición es principalmente para pedirle a Dios por medio de San Antonio Abad que los animales que tienen en casa nazcan y crezcan sanos, “para poderse reproducir constantemente para que nos ayuden a la vida diaria”, explicó.
Ernestina García, dueña de “Güero” un perro maltés, dijo que le pide al santo que se lo cuide y proteja, ya que es su animal de compañía.
“Traigo a mi bebé, porque Dios me lo protege y cuida, pero sobre todo porque es la manera de agradecer su amor y compañía, son tan leales que solo se merecen lo mejor”, expresó.