Los votantes y los pendientes

 

Alberto Aguirre | OPINIÓN

Hay 98 millones de mexicanos inscritos en la lista de electores. Con puestos de elección popular en juego en las 32 entidades federativas, dentro de 72 horas ocurrirán los comicios más grandes en la historia contemporánea, aunque la narrativa de los actores políticos quiso convertirlos en un ejercicio plebiscitario.

Entre los 20,708 puestos en disputa, la Presidencia de la República, nueve gubernaturas, los 128 escaños del Senado y las 500 curules de San Lázaro. También se renovarán congresos locales en 31 entidades federativas y 1,802 presidentes municipales.

Por su tamaño, pero sobre todo por sus implicaciones, las votaciones del domingo 2 de junio definirán un nuevo Ejecutivo federal y renovarán la conformación del Poder Legislativo.

México tendrá su primer presidenta, que protestará el cargo justo dentro de cuatro meses y rápidamente deberá tomar las riendas de la duodécima economía del mundo y la segunda de América Latina.

Terminada la pandemia de la Covid-19, México destronó a China como mayor exportador a Estados Unidos, y ahora tiene cifradas sus esperanzas de un crecimiento sostenido en el nearshoring y una renegociación exitosa del T-MEC el próximo año.

Tras un aumento de la deuda pública de México, la ralentización del crecimiento y un peso fuerte que ha perjudicado a las exportaciones, la nueva presidenta se enfrentará al mayor desequilibrio presupuestario desde los años ochenta, y tendrá que reducir el déficit fiscal del país, afrontar las implicaciones de las reformas de las pensiones y redefinir los términos del rescate de Petróleos Mexicanos.

Con un control férreo de la administración de Petróleos Mexicanos, pero un desastroso manejo financiero, los principales directivos de la empresa productiva del Estado acumulan tropezones y discordias de distintos niveles. Mientras la batalla electoral cumple su etapa decisiva, la empresa productiva del Estado mexicano hace frente a una coyuntura apremiante: en términos estrictamente fiscales, el margen de maniobra, cada vez más estrecho. Y mientras más refina, más pierde. De hecho, las inversiones en refinación de la actual administración no podrán ser productiva en el corto plazo.

En materia de combate a la corrupción, pueden presumir la cabeza de María Amparo Casar, pero el saqueo de la materia prima y el desvío de recursos sigue, imparable. Tanto, que al interior de la empresa se habla de un “cartel de los petroquímicos”, que involucra a proveedores, contratistas y altos funcionarios del IMP, PMI Internacional y otros sectores.

Sin el huachicoleo, ¿Pemex pudo haber evitado la actual crisis de deuda? La autonomía de gestión del equipo encabezado por Romero Oropeza y en el que se involucró directamente la oficina de la Presidencia de la República, molestó a los altos mandos hacendarios hasta que Rogelio Ramírez de la O se integró al gabinete y comenzó la operación para salvar a Pemex… ¿demasiado tarde?

La composición del Congreso determinará el grado en que la futura presidenta pueda impulsar las iniciativas políticas en ciernes. El 5 de febrero de 2024, el Ejecutivo federal presentó al Congreso un paquete de 18 proyectos de ley constitucional y dos iniciativas de reforma legal.

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