- Llamaron las Corcholatas a la Unidad, una unidad excluyente.
- Aspiro a ser el presidente de la reconciliación nacional, fue la frase que caló hondo en Palacio Nacional.
- Reconoció que no fue invitado al “desayuno de la unidad”, lo cual es un honor, ironiza.
Felipe Aurreola.
Al coordinador de los senadores de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, no le ha quedado más que apechugar y poner por delante la otra mejilla. Aguantar las humillaciones.
Tiene que tratar de aguantar los desaires hasta el mes de diciembre, cuando menos; cuando se de la primer encuesta entre las corcholatas de su partido y ver si aparece; cosa que está en tela de duda.
El mega evento celebrado el pasado domingo, sobre al explanada del Teatro Morelos, en la ciudad de Toluca fue una demostración del músculo y poder de Morena, en su intención de ir minando uno, de los dos últimos bastiones del PRI: El Estado de México, el otro es Coahuila.
Estuvo toda la plana mayor; secretarios de estado como el de Gobernación Adán Augusto López; el canciller Marcelo Ebrard, Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo; Luisa María Albores, secretaria de Medio Ambiente, y Rosa Icela Rodríguez, titular de Seguridad y Protección Ciudadana.
Presentes también, los posibles candidatos por la gubernatura del Estado de México en 2023, Delfina Gómez, actual Secretaria de Educación, Horacio Duarte, titular de la Agencia Nacional de Aduanas y el senador Higinio Martínez.
Acudieron los gobernadores Víctor Manuel Castro de Baja California Sur, Layda Sansores de Campeche, Rutilio Escandón de Chiapas, Alfredo Ramírez Bedolla de Michoacán, Cuauhtémoc Blanco de Cuernavaca, Miguel Ángel Navarro, gobernador por Nayarit, Rubén Rocha de Sinaloa, Carlos Manuel Merino de Tabasco y Lorena Cuellar de Tlaxcala.
En el mismo templete, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, en priista que voto por el Fobaproa: Ignacio Mier y el Presidente de la Mesa Directiva del mismo organismo, Sergio Gutiérrez Luna. También se presentó la secretaria general del partido, Citlalli Hernández y el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuéllar.
Al evento se le denominó Asamblea Informativa de Unidad y Movilización. Efectivamente, las tres corcholatas presidenciales llamaron, cada uno de manera enfática a la unidad. Unidad con exclusiones como es la del senador Ricardo Monreal.
Ahí marcaron la ruta: Están en abierta campaña, y en esta no cabe el senador en mención.
Mario Delgado Carrillo, dirigente de Morena, volvió a remarcar que la selección de su candidato será por el método de encuesta. Primero una donde todo el que guste podrá participar y, posteriormente, la definitoria con los personajes más votados en la primera.
Entrevistado al respecto; Ricardo Monreal volvió a expresar que las encuestas con un método desgastado y poco confiable por lo que se debe consultar directamente a la ciudadanía y la militancia.
Agotaré mi derecho a participar en un proceso democrático y abierto; con reglas claras, sin favoritismos y piso parejo; advirtió.
“Aspiro a ser candidato, porque quiero que se dé paso a una sociedad sin odio y sin rencor. Lo he dicho con todas sus letras, aspiro a ser el Presidente de la reconciliación nacional”, sentenció de manera lapidaria en un mensaje que se puede leer entrelíneas como una severa critica al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cuando la mesura y la conciliación se imponen, enfatizó el coordinador parlamentario de Morena, los pueblos son exitosos, pues son dos factores claves para implementar políticas progresistas y consensuadas.
Sobre el “desayuno de la unidad”, organizado por la dirigencia nacional, reconoció que no fue invitado.
“Es un timbre de orgullo que me excluyan”, ironizó.
Sumamente satisfecho en su ego interno, el mandatario nacional ha pretendido matizar los hechos pidiendo se invite a todos a participar. No habrá dedazos ni tapados en la elección del candidato y les pido que “no se sientan absolutos”.
Yo apoyaré a quien el Pueblo decida.
