- La cifra oficial habla de 605 menores de edad muertos por esta causa.
Felipe Aurreola
felipeaurreola@porlalibreportal.com
Los números de la pandemia, si son un tema de política; mayormente cuando las cifras oficiales de las autoridades de Salud nos presentan una realidad dolorosa, que en muchas ocasiones no aparecen en los medios de comunicación.
En tanto las autoridades federales en mancuerna con la mayoría de los gobiernos estatales insisten en el regreso a clases presenciales; a pesar de no existir condiciones adecuadas; la realidad de los números es cruel.
No son números inventados dado que son oficiales. Quizá sean maquillados para no generar un impacto mayormente negativo.
Del 12 de abril de 2020 al 1º de agosto del 2021, la Secretaría de Salud del Gobierno Federal tenía registrado un numero de 605 decesos por Covid-9 en menores de 18 años.
De estos, 169 fueron recién nacidos de menos de un mes de edad; 322 entre 0 y 5 años de edad; 88 decesos entre 6 y 11 años y 185 decesos fueron entre menores de 12 a 17 años de edad.
Una verdadera tragedia, aún y cuando haya sido un solo menor, constituye una tragedia, por que deja un hogar enlutado.
Los casos reportados, de contagios acumulados en menores de edad, alcanzan en el periodo comprendido, los 59 mil 127 casos.
Empero, esta tragedia no parece importarles a las autoridades federales ni estatales. Autoridades necias, y por lo tanto criminales por omisión. Además de presentar ante la sociedad un doble discurso, una doble cara o doble moral.
Por una parte, en sus discursos maniqueos expresan enorme preocupación por los jóvenes y en contraparte no instrumentan acciones necesarias para que la vacunación baje a los menores. Posiblemente porque los menores de edad todavía NO VOTAN.
Conocen de primera mano que los casos de infestación por el virus crece entre este sector de la población, pero insisten en el retorno a clases presenciales.
Un caso muy curioso de esta pusilanimidad política es el del empresario-político Quirino Ordaz Coppel; gobernador en funciones del estado de Sinaloa, próximo a dejar su encargo.
Sinaloa es un estado en semáforo Rojo, donde la numeralia se impone en muertes y contagios, cuestión que poco le importa. Miles de padres y madres de familias en Sinaloa rechazan el regreso a clases presenciales, mientras no existan condiciones confiables; sin embargo Ordaz Coppel se sostiene en su retórica hueca.
Tenemos que cooperar para que sea posible el regreso, declaró.
Con dejo autoritario advierte que el regreso VA A SER UN HECHO; ya que según su lógica cooperacionista el regreso a clases presenciales es en FAVOR DE LAS FAMILIAS SINALOENSES.
Habrá que ver cual será la huella que deje en su estado con esa actitud.
Ya para finalizar, es urgente y necesario que el Gobierno Federal explique el porque se cuenta con 20 millones de vacunas almacenadas y no agiliza la aplicación de las mismas. No hay elecciones en puerta, por lo tanto políticamente no tiene justificación para, perversamente, estar posponiendo su aplicación.
Empero, el Gobierno Federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, por alcanzar simpatías internacionales, por lo que ha donado; de acuerdo a lo declarado esta semana por el canciller Marcelo Ebrard Casaubon, 1 millón 15 mil 800 vacunas a siete países de Latinoamérica y el Caribe.
Los mexicanos, los mexicanos podemos esperar.