Carlos Loret De Mola.
4 de las 5 mujeres de las que saldrá la nueva presidenta del INE son grotescamente morenistas: la hermana de una secretaria del gabinete, la esposa de un subsecretario, la hija de un influyente senador y la prima de un súper delegado.
De ese tamaño es el descaro de López Obrador.
Estamos por atestiguar la conformación del INE más parcial y partidista de la historia. Eso viola la ley abiertamente. Eso no se debe permitir.
En la quinteta de nombres para el relevo de Lorenzo Córdova aparecen:
Bertha María Alcalde Luján, hermana de la Secretaria federal del Trabajo, Luisa María Alcalde, e hija de Bertha Luján, quién encabezó el Consejo Nacional de Morena hasta hace poco tiempo. ¿Qué hubiera dicho López Obrador en el sexenio de Calderón si estuviera a punto de encebezar el INE un hermano de Javier Lozano Alarcón? Él era el secretario del Trabajo.
Iulisca Zircey Bautista Arreola es esposa del subsecretario de Sedatu, Daniel Fajardo. Fuentes de Morena dicen que Fajardo es de los que va a terminar mal su gestión por el desaseo con el que ha llevado las “negociaciones” con los ejidatarios para los terrenos del Tren Maya, el Transístmico y hasta el AIFA: acusan que han sido despojos, lo que contraviene el espíritu que pregona ese partido. La pareja Fajardo Bautista está muy ligada al Grupo Tabasco, que encabeza Adán Augusto López, a través del gobernador morenista de Chiapas, Rutilio Escandón, casado con la hermana del secretario de Gobernación.
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Guadalupe Álvarez Rascón es hija de un muy influyente senador de Morena: José Antonio Álvarez Lima. Se sabe que es quien controla el Canal 11 a través de un joven e inexperto personero, y asesora al presidente AMLO y al vocero, Jesús Ramírez, en temas de comunicación. Fuentes en Palacio Nacional me dicen que a este senador se le considera uno de los ideólogos de convertir los medios de comunicación del Estado en viles propagandistas del obradorato, y que su hija ha sido una operadora central para despedir conductores incómodos y alinear a todos en un mismo aplauso.
Una tocaya suya, Guadalupe Taddei Zavala, también aparece en la “quinteta dorada”. Es prima del superdelegado del gobierno federal en Sonora, Jorge Luis Taddei, y tía del flamante director de la paraestatal LitioMx, Pablo Taddei. Fue de las fundadoras de Morena en ese estado y operadora electoral del partido.
En el resto de las quintetas figuran otros alfiles de Morena:
Jessica Jazibe Hernández García creció políticamente a la vera del clan Bejarano-Padierna. Gracias a Aleida Alavez, alto mando de ese clan, se convirtió en jefa de Personal en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, de donde se fue a su natal Oaxaca a hacer trabajo político para Morena, con un Movimiento de la Esperanza que la convirtió en operadora financiera de Jesús Romero, entonces diputado local, hoy secretario de Gobierno del estado.
El tabasqueño Víctor Humberto Mejía Naranjo es ficha de José Ramón López Beltrán, el hijo de López Obrador, y del secretario de Gobernación. Fue miembro fundador de Morena en la tierra natal del presidente y luego se volvió consejero electoral. Los propios morenistas lo ubican como responsable de aquel escándalo de las 760 mil boletas electorales que se imprimieron con errores y que se tuvieron que reimprimir, abriendo paso a la sospecha de que un lote se usó para rellenar urnas.
Y claro, Netzaí Sandoval Ballesteros, hermano de Irma Eréndira Sandoval, la primera secretaria de la Función Pública de AMLO; cuñado del activo propagandista del régimen John Ackerman; y hermano del diputado federal morenista Pablo Amílcar Sandoval.
El comité técnico evaluador que seleccionó a los 20 finalistas está formado por una mayoría de leales al obradorato. No eligieron perfiles imparciales para el INE, eligieron operadores electorales del presidente.