Se graduó en ciencias políticas, pero encontró el éxito cantando en calzoncillos
Robert John Burck, mejor conocido como el ‘Vaquero Desnudo’, es una de las atracciones más famosas de Nueva York. Y es que al verlo vestido con nada más que unos calzoncillos, sombrero de vaquero, botas y una guitarra, es casi imposible que pase desapercibido.
Burck nació en Cincinnati en el año 1970 y se graduó de la licenciatura de ciencias políticas en la Universidad de Cincinnati.
Su carrera como músico callejero comenzó en 1998 cuando posó para una sesión de fotos en la revista Playgirl. Durante uno de los descansos, tomó su guitarra y se puso a cantar en la calle para ganar un poco de dinero.
Entonces, el fotógrafo de Playgirl le sugirió que hiciera lo mismo, pero en calzoncillos, para ser diferente a los demás. Burck le hizo caso y la gente comenzó a acercarse a tomar fotos. Incluso fueron de una televisora local para filmarlo.
Ahí se dio cuenta que andar en ropa interior portando su guitarra paseando por las calles era una manera fácil de ganar $100 dólares al día.
Cambio de aires
Fue así que Burck decidió ir a Nueva York a probar suerte, pero al principio no obtuvo tanto dinero como esperaba. De hecho, estuvo en la calle de Time Square por tres años antes de que se le ocurriera pedir dinero a cambio de tocar canciones.
Después, un transeúnte le sugirió que escribiera la palabra ‘propinas’ en la parte trasera de sus botas para que la gente se animara a darle dinero sin tener que pedírselo, y fue así que el Vaquero Desnudo pasó de ganar $40 dólares a casi $600 por día.
Hoy en día, Burck no vive sólo de propinas, pues ya ha sacado un libro, tres álbumes musicales y tiene un patrocinio de la marca de ropa interior Fruit of the Loom. También ha hecho apariciones especiales en videos para Cake, Tyler Hilton y Nickelback.
Además de todo, cobra $1 dólar por cada foto que quieran tomarse con él.
Al final, el Vaquero Desnudo ha logrado crear un gran negocio gracias a su peculiar atuendo, y se estima que gana alrededor de $150,000 dólares al año.
Nada mal por pasearse en ropa interior por las calles de Nueva York, ¿cierto?