DESIERTO ALTAR, DE SONORA, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.

  • Patrimonio de la Humanidad, el Gran Desierto de Altar, ubicado en el Estado de Sonora México, cuenta con una gran riqueza biológica única en el mundo con más de 540 especies de plantas vasculares, 40 especies de mamíferos, 200 de aves, 40 de reptiles, anfibios y peces de agua dulce.

Un maratón como en el Sahara y una carrera Fórmula 1 como en Barein se organizan en Altar. Al mítico desierto —patrimonio de la humanidad, tumba de migrantes, cruce de drogas, botín de delincuentes organizados —, quieren reivindicarlo, darle un giro de 360 grados y convertirlo en un destino turístico para las clases pudientes internacionales.

Lo prometió el secretario de Turismo Miguel Torruco frente a representantes de la Asociación Mexicana de Agencia de Viajes como un sello de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador que ha visto desaparecer el turismo extranjero  por la pandemia y la inseguridad por el control económico que pelean organizaciones criminales.

México cerró el 2020 con 44.3% menos de turistas que en el mismo mes de 2019, al pasar de algo más de 4.7 millones a unos 2.6 millones de viajeros por la pandemia de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). A esa caída se suma un 23.3 % en el primer trimestre de 2021.

En añadido, el país supero las 90,000 víctimas de homicidios entre diciembre de 2018 y junio de 2021, la cifra más violenta al iniciar un sexenio, de acuerdo con el recuento del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que compila datos de los ministerios públicos.

En el estado de Sonora, algunos municipios tuvieron incremento en hechos violentos de hasta el 400%, según INEGI, Altar entre ellos, con una percepción  mayor por parte de los pobladores.

“Yo diría que no es viable un proyecto turístico internacional de este tipo”, advirtió Julián Bautista, oriundo de Hermosillo, la capital sonorense. “No sería prudente”.

Tiene todo

Patrimonio de la Humanidad, el Gran Desierto de Altar, con un origen climático tropical–subtropical, permite una gran riqueza biológica única en el mundo con más de 540 especies de plantas vasculares, 40 especies de mamíferos, 200 de aves, 40 de reptiles, anfibios y peces de agua dulce.

Es, además, el campo activo de dunas más grande de Norteamérica; en el área, se encuentra un escudo volcánico con flujos de lava, conos cineríticos y cráteres gigantes con vestigios arqueológicos de más de 20,000 años atrás y un sitio cultural importante para los Tohono O’odham, el pueblo del desierto.

Vecinos del desierto, en el mismo estado, se encuentran los tarahumaras, los indígenas que cada cierto tiempo salen al mundo para correr y posicionarse como los mejores del mundo en diversas competencias e inspiración de la futura carrera en Altar que pretende ser como la del Sahara.

El maratón del Sahara nació hace 20 años para llamar la atención sobre el pueblo saharaui exiliado en el suroeste de Argelia bajo duras condiciones climatológicas.

En México, los tarahumaras o rarámuris así como los Tohono O’odham mantienen, además de sus victorias en los maratones internacionales, una batalla en contra de diversas fuerzas de poder que amenaza su entorno.

En los últimos años diversos activistas de la etnia han sido asesinados por denunciar la presencia de grupos criminales y oficiales que los despojan de recursos naturales e imponen sus leyes.

“Los eventos deportivos y culturales en un sitio ayudan mucho a poner el foco de atención en un lugar y puede ayudar en la seguridad”, advirtió José María Hernández, analista de seguridad ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Pero, una vez que terminan las competencias, la delincuencia vuelve a acomodarse, por eso, lo ideal es que estas medidas vayan acompañadas del reforzamiento del sistema de justicia”.

El secretario de Turismo dijo que la primera carrera del maratón al estilo Sahara sería para 2022 y lo secundó el gobernador electo del estado, el morenista y es secretario federal de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.

“Se hace en diversos desiertos como El Sahara o Marruecos, y queremos hacer una réplica acá que ayuda a ubicar a nivel internacional el nombre de su sede”, dijo.

Desde que el alcalde de Nueva York a mediados de los años 90, el polémico Rudolph Giuliani, implementó la estrategia de “La ventana rota” que incluyó la reestructuración de lugares peligrosos para el turismo y así expulsar a la delincuencia, diversos gobiernos del mundo apostaron por ese camino.

Entre ellos, la Ciudad de México y Ciudad Juárez con cierto éxito, aunque con constantes altibajos condicionados a la voluntad política coyuntural y el nivel de penetración criminal en el poder ejecutivo, legislativo y judicial; federal, estatal y municipal.

Durazo presentará su programa de seguridad local  a mediados de septiembre próximo. En una reunión con actores políticos locales adelantó que incluye el incremento de agentes de seguridad y otras sorpresas.

No habló de la estrategia del foco turístico como un complemento de seguridad aunque lo ha dejado entrever con diversos anuncios frente a los reclamos de la industria local que revela con cifras las duras condiciones de subsistencia.

“El turismo carretero y local es lo único que ha permitido mantener, un poco, a flote al sector en la entidad, pero en 2020 tuvimos pérdidas de más de 150 millones de pesos (unos 75 millones de dólares”, dijo Julio César Rascón, presidente de la Asociación Sonorense de Touroperadores, Guías y Anfitriones Turísticos

Sin fecha aún, se prevé que, además del maratón, se construya una pista para Fórmula 1 como el Circuito Internacional de Baréin, también conocido como Sakhir, sede actual del Gran Premio de Barein de Fórmula 1.

La primera vez que el piloto mexicano, el tapatío Sergio “Checo” Pérez, ganó una competencia de Fórmula 1 fue en el desierto de Barein (2020) y atrajo así la atención internacional en el nombre de México y el gobierno quiere capitalizar para diversificar sus ofertas más allá de las playas.

De momento los destinos más buscados en Sonora son Yécora, San Carlos, Bahía de Kino, Puerto Peñasco, la Ruta de las Misiones que abarca varias localidades por dónde pasó el Padre Kino, la Reserva de la Biosfera de El Pinacate y Gran Desierto de Altar, Sahuaripa, Arivechi y Bacanora a pesar del escenario hostil.

Privaciones en contra de la libertad, asesinatos, así como enfrentamientos entre autoridades y grupos delictivo se encuentran al acecho de sus propios intereses  y ponen el reto más alto para cualquier proyecto. Y más aún si se trata de turismo internacional.

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