- Esta zona arqueológica resguarda una misteriosa ciudad entre las montañas y los acantilados de Chihuahua.
(Información Revista y Portal México Desconocido).
La zona arqueológica de Cuarenta Casas resguarda los restos de uno de los asentamientos más fascinantes y misteriosos del México prehispánico. En las montañas de Chihuahua, entre cuevas y acantilados, una cultura desarrolló peculiares viviendas hace más de 800 años.
Descubre más acerca de Cuarenta Casas y los mogollones, la cultura que tuvo la audacia de construir en este entorno inhóspito, así como toda la información necesaria para visitar el lugar durante tu próximo viaje a Chihuahua.
¿Quién construyó Cuarenta Casas?
La cultura mogollón existió aproximadamente entre el 1000 a. C. y el 1350 d. C. en lo que hoy es el noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos. Eran mayormente sedentarios y combinaban la caza, la recolección y la agricultura como medios de subsistencia.
Los mogollones son mejor conocidos por haber construido y habitado la zona arqueológica de Paquimé, un laberinto de edificaciones de adobe de tonos ocres, muros gruesos, puertas en forma de «T» y vestigios de canales de agua y juegos de pelota.
Ese estilo de construcción se vislumbra en las edificaciones de Cuarenta Casas, un asentamiento estrechamente relacionado con Paquimé.
Los mogollones de Cuarenta Casas cultivaban maíz, calabaza y leguminosas. Recolectaban semillas de yuca, bellotas silvestres y maguey. Cazaban venado, conejo y roedores, así como aves de diferentes tipos de las cuales aprovechaban su carne y sus plumas para fines ornamentales y de intercambio. Sostenían comercio con otras culturas del suroeste, como los anasazi y los hohokam. La cerámica y los objetos encontrados en la zona muestran una fuerte influencia de estas culturas vecinas.
La ocupación más tardía de Cuarenta Casas ocurrió durante el apogeo de Paquimé (1205 a 1260 después de Cristo), época que corresponde al período tardío de la cultura mogollón.
¿Qué ver en Cuarenta Casas?
La experiencia de ascender y explorar la zona arqueológica de Cuarenta Casas es mágica. Mientras recorres el sendero montañoso, puedes imaginarte el viaje de los antiguos mogollones rumbo a casa al atardecer.
Las edificaciones de adobe, piedra y madera fueron construidas al interior de cuevas y abrigos formados en los acantilados de las barrancas. Se cree funcionaron, además de asentamiento habitacional, como talleres. Un sendero acordonado te lleva a recorrer algunos de los edificios mejor preservados.
Cuarenta Casas
La edificación más destacada es la llamada Cueva de las Ventanas, nombrada así por sus pequeñas aberturas rectangulares que se asoman al vacío, permitiendo vislumbrar el interior donde aún se conservan habitaciones, muros y vestigios de antiguos graneros.
Al internarte en las cuevas, la temperatura desciende y el contraste con el sol exterior es inmediato. Las habitaciones están dispuestas en varios niveles, algunas conectadas por escaleras rústicas o pequeños pasajes. Los muros de adobe, erosionados pero firmes, muestran huellas de la vida cotidiana: nichos, fogones y rastros de pintura en tonos rojizos.
Desde estos refugios, la vista hacia el cañón es sobrecogedora, una panorámica que debió ofrecer seguridad y control del entorno a sus antiguos habitantes. Cada rincón evoca la historia silenciosa de la cultura mogollón, su adaptación al paisaje y su capacidad para construir en armonía con la naturaleza agreste del norte de México.
La Cueva del Puente, llamada así por una formación rocosa natural que parece un puente suspendido sobre la entrada, crea un umbral dramático que enmarca las estructuras de adobe en su interior. Después, la Cueva de la Serpiente, nombrada por una figura tallada en la roca que se asemeja a este reptil, alberga habitaciones más pequeñas, probablemente destinadas a fines rituales o de almacenamiento. La Cueva Grande impresiona por su amplitud y por el número de estructuras que alberga en su interior, algunas con vestigios de techos y huellas de hollín en las paredes, evidencia del uso de fogatas.
Cómo llegar a Cuarenta Casas
El sitio arqueológico se localiza a 320 kilómetros al noroeste de la ciudad de Chihuahua y a 42.5 kilómetros de Ciudad Madera. Para acceder, toma la carretera a Ciudad Cuauhtémoc, Ciudad Guerrero y Ciudad Madera. Continúa por la carretera que lleva a El Largo o Mesa del Huracán, hasta el kilómetro 42 donde está la puerta de acceso a la zona arqueológica.
Horarios de zona arqueológica y miradores: lunes a domingo, de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.
Horario para realizar el recorrido: 9:00 a.m. a 3:00 p.m.
Para llegar al sitio se debe caminar una distancia de 3.6 kilómetros ida y vuelta, en un terreno de dificultad media. El tiempo aproximado del recorrido es de dos horas.
La entrada es gratuita.
Recomendaciones para visitar
Se recomienda ir bien hidratados, con ropa y calzado adecuado para el descenso y ascenso en senderos de montaña.
Toma en cuenta que el tiempo estimado del recorrido son cerca de 2 horas totales con alrededor de 4 kilómetros de caminata.
En caso de ser propensos a hipertensión arterial, problemas cardiacos, asma, presión alta o baja, con embarazo, con niños en los brazos o de no estar en buen estado físico, se recomienda no realizar el recorrido.
Igualmente, si sufres de vértigo o miedo a las alturas, quizá esta experiencia no es para ti.