Bofetada a las madres buscadoras

FRANCISCO GARFIAS (EXCELSIOR)

Catarino Erasmo Garza Rodríguez es un periodista revolucionario que en el siglo XIX luchó contra la dictadura de Porfirio Díaz. Es uno de los héroes y guías de Andrés Manuel López Obrador. Hasta un libro le dedicó. Hace casi 129 años murió en el exilio en Panamá.

Al Presidente se le metió entre ceja y ceja localizar, exhumar y repatriar sus restos. Puso manos a la obra. Con la diligencia que actúa cuando hay línea de Palacio, el oficialismo en el Senado autorizó ayer la salida de 20 elementos de la Sedena que, junto con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), van a participar en esa tarea.

Morena y rémoras mayoritearon. Aprobaron en el pleno la salida de los militares mexicanos, del 19 de febrero al 16 de abril próximo, no sin encontrar oposición de senadores(as) vinculados(as) a la defensa de los derechos humanos.

Una de ellas, la emecista Laura Ballesteros, se queja de que los legisladores de Morena jugaron con ella al “ratón loco” a sabiendas de que se oponía a los planes de López Obrador.

No le avisaron a tiempo de la sesión de la Comisión de Defensa Nacional que dictaminó el permiso de salida a los militares, que ayer se aprobó en el pleno con 49 votos a favor, 15 en contra y 12 abstenciones. Ballesteros sostiene que es “lamentable y ridículo” que los militares realicen labores de búsqueda junto con la CNB. “Está demostrado que el Ejército es responsable, en gran parte, del problema de desaparición forzada que sufre la población”, nos dijo.

No se entiende tampoco que el Presidente dedique tiempo, dinero y recursos a la localización de un periodista-combatiente que murió hace más de un siglo y que aquí niegue respaldo financiero a los colectivos de búsqueda para localizar a desaparecidos. Las madres buscadoras, por ejemplo, no sólo enfrentan la indiferencia, los desaires y la falta de apoyo del gobierno de López Obrador. Se juegan la vida en la búsqueda de sus seres queridos.

En los más de cinco años que lleva en Palacio Nacional, el Presidente no las ha querido recibir. Mucho menos destinar recursos para apoyar las labores de búsqueda. Dice que es “politiquería” en su contra. Ve conspiraciones por todos lados.

Este vacío del gobierno “de la transformación” ha llevado a las madres buscadoras a difundir videos en los que suplican a las cabezas de los cárteles de la droga que no las maten sólo por querer encontrar a sus seres queridos.

Y es que, desde 2021, han sido asesinadas en México nueve buscadoras(es), en diferentes estados, de acuerdo con la asociación civil Educa. Tan sólo el año pasado se reportaron cuatro mil 456 agresiones a defensoras de derechos humanos, siendo las madres buscadoras el grupo más atacado.

En lo que va de este año ya van dos ataques mortales: el pasado 15 de enero fue secuestrada en Salamanca, Guanajuato, Lorenza Cano. Antes de llevársela, asesinaron a su esposo y a su hijo. Hace apenas seis días mataron a Angelita León, buscadora de su hermano desaparecido en 2018, dentro de su salón de belleza en Tecate, Baja California.

El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas de la CNB cifra en 111 mil las personas desaparecidas. Aunque ahora el gobierno trae un censo para ”desaparecer a los de desaparecidos”, según organizaciones de derechos humanos.

Se calcula que existen, aproximadamente, dos mil 700 fosas clandestinas. No encontré mejor definición para sintetizar lo arriba contado que la que nos dio el senador Emilio Álvarez Icaza, exsecretario ejecutivo de la CIDH: “Es una mentada de madre”.

* La política permisiva del gobierno federal frente al crimen organizado, bajo el disfraz de abrazos, no balazos, llevó a cuatro obispos de Guerrero a reunirse, por separado y en distintos momentos, con líderes de distintas bandas con presencia en el estado, para buscar una tregua que ponga fin a la violencia.

La revelación la hizo anteayer el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús Hernández, al término de la misa del “miércoles de ceniza” en la capital del estado.

La tregua, sin embargo, no se pactó. Los líderes de los grupos criminales se niegan a soltar territorios “que les han costado vidas”.

En un video que subió el portal de El Sur de Acapulco, se escucha al obispo decir: “A nosotros nos han matado ministros de la comunión, acólitos, presidentes de la comunión, mayordomos, catequistas, ahorita no nos han matado sacerdotes, pero sí ya los hubo anteriormente y eso nos da tristeza”.

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