MIGUEL ANGEL DOMNGUEZ MANCILLAS.
“Normal People” (Irlanda, 2020) adaptación de la novela homónima de Sally Roone, primera mitad dirigida por Lenny Abrahamson, segunda por Hettie Mcdonald, es un drama romántico de doce episodios que estira la relación entre Connell (tímido-magnético Paul Mescal) y Marianne (volátil-desmoronada-atrevida Daisy Edgar Jones) partiendo de su último año colegial y atravesando sus etapas universitarias.
Él, chico popular callado, oculto lector apasionado: clase mediero; Ella, la apática contreras de la clase, un saco de boxeo gastado: alta cuna. Mirada sobre mirada, silencios seductores y las enormes ganas que se gritan con la cámara y su lienzo paisaje europeo, arman con poco un romance entre ambos guardado en secreto por las inseguridades de Él. Dinámicas compuestas por clase, libros y un incesante dolor sin forma ni descripción que con el tiempo las cobrará.
A primera instancia, apesta a cliché. ¿Tiene algo de malo? No. Empecé a ver esta serie con sed de arquetipos y una historia sencilla sin complicación sentimental. Para mi desgracia/fortuna, sus bien sintetizados tres primeros episodios son lo más cercano a ligereza emocional o drama leve.
“Normal People” es una historia simple contada con finura, sostenida por muy elevadas actuaciones protagónicas y su guión cíclico estructurado para que cada retorno a una situación, conflicto o interacción muestre un crecimiento gradual en sus protagonistas que va reconfigurando los tonos y discursos de un show apuntado a hablarnos sobre las varias caras del romance (aunque imposible repasarlas todas): las relaciones que permean inseguridades, el “verdadero” amor, modelos tóxicos en distintas edades y formas, los cimientos del pasado y contexto socioeconómico como incubadora de nuestras decisiones.
Siempre inquieta, la actitud de la serie cambia conforme avanzamos: el melodrama juvenil funge como empujón narrativo inicial hacia el adentramiento en la vida y psique de sus protagonistas y terminar mirando críticamente varias ideas del “amor romántico” y el cómo las abordamos, sin ser condescendiente, al momento de buscar una relación saludable.
La serie dicta que Marianne y Connell tengan un amor eterno de doce capítulos, ya es nuestra culpa adjuntar ese dicho como algo cursi o relacionado al novio y novia. ¿Qué apariencias puede tomar el amor?, ¿De qué manera cambia y nos cambia? Esa atracción, ese algo que nos hace anhelar poder estar a su lado, compartir momentos, escuchar sus problemas, se va transformando y cesa de existir al mismo tiempo que tu persona.
“Normal People” acompaña a Marianne y Conell en estos cambios y cada capítulo representa un paso significativo. Seis horas toma recorrer el viaje amoroso de estos dos, cada episodio dura entre veinte minutos y media hora, la serie es fácil de maratonear.
Aunque personalmente recomendaría ver uno o dos capítulos diarios: me daba la sensación que al terminar mis episodios del día abandoné una faceta de los personajes para el día siguiente conocer una nueva. Cercano al final, sentirás haber recorrido mucho más camino del que caminaste a lado de ambos. La última escena, ataca por sorpresa, un peso fácil de cargar hasta ese momento. Es una culminación que para muchos podría sentirse inconclusa, y en cierta forma lo es. ¿Cuál historia de amor concluye correctamente sino en tragedias bien planeadas o cortando a negro trás la boda?
Apartándonos del discurso y personajes, las dos estrellas protagónicas son lo más brilloso. Paul Mescal y Daisy Edgar Jones cargan con casi todo el peso de la serie en sus interpretaciones sensibles y volátiles y la ya aplaudida hasta el cansancio química espectacular que tanto hiere y es herida.
El trabajo de cámara se adapta agraciado al ritmo que exige cada escena, filtrado en colores portada-de-novela-romántica; eso y sus montajes musicales son lo más melodramático que llega a ponerse el show con la seguridad de que están ahí por compromiso al género y no por torpeza. Independientemente de si el lector es o no fanático del romance, su naturaleza e introspectiva da para fascinar a los no metidos, mientras que su tono y estilo, se ganarán a los enamorados del género.
Si la ves junto a alguien o en compañía de tu soledad, uno siempre podrá disfrutar de gritarle a la pantalla que POR QUÉ NO PUEDES DECIR QUE LE AMAS, LO TENÍAS TODO FRENTE A TI Y LO DEJASTE IR…
Y es que uno solo escucha cuando te empieza a doler, y el que te duela, significa que estás avanzando.
“Normal People” se encuentra disponible en el catálogo de Hulu y Amazon: Prime Video.
