FRANCISCO GARFIAS
En la mañanera de ayer (ANTEAYER) escuché a Andrés Manuel López Obrador decir que Claudio X. González controla el INE. Era de risa, pero me dio coraje. No presentó ninguna prueba de tan absurda afirmación, pero sus devotos le creen. Obsesionado por tener autoridades electorales a modo, el Presidente miente, manipula, confunde. Está convencido de las bondades de la máxima de Joseph Goebbels, propagandista de Hitler: una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad. Contó ayer que fue al muy fifí barrio de “las Lomas” y vio letreros en las casas que decían: “Yo defiendo al INE” o “No a la destrucción del INE”. Vinculó al citado empresario y a “corruptos” que lo acompañan con esa “campaña de engaños”. No concibe que haya ciudadanos que genuinamente cobijen al INE.
* Es un axioma decir que la prioridad del tabasqueño es el “séptimo año”. La continuidad de la 4T cuando deje la Presidencia. Se lo dijo en un cónclave a los gobernadores de Morena, a las corcholatas 2024, según integrantes de la coalición Juntos Haremos Historia. El objetivo es ganar, cueste lo que cueste. Eso implica autoridades electorales a modo, el respaldo de los subordinados mandatarios de Morena a sus consignas; la compra del voto a través de los programas sociales o lo que ya sabemos que ocurrió el año pasado en el corredor del Pacífico.
* Claudia Sheinbaum y la CNDH pusieron de inmediato manos a la obra. La jefa de Gobierno dijo en Puebla: “Lo que se quiere ahora es una verdadera democracia, lo que se quiere ahora es sustituir al Instituto Nacional Electoral por un Instituto de Elecciones y de Consultas”. Preguntas obligadas: ¿no había democracia cuando ella y AMLO ganaron en el 2018?, ¿se le olvidó que el INE y la autoridad electoral local reconocieron sin demora los triunfos? Más bien se trata de cambiar para controlar. La CNDH de Rosario Piedra, que no atiende cabalmente sus responsabilidades de cuidar los derechos humanos, se sumó de lleno a los ataques contra el INE.
En la recomendación 46/2022 dice, textual: “Tienen únicamente el nombre (el INE y el TEPJF) y son instrumentos parciales de sabotaje de la voluntad del pueblo. Sólo han servido para el mantenimiento de vicios que por años han manchado los procesos…”. El despiste de la CNDH le atrajo una avalancha de críticas: desde el morenista Ricardo Monreal hasta los distintos partidos y bancadas de la oposición en las cámaras.
“A la presidenta de Derechos Humanos le debe dar vergüenza estar regresando al árbitro electoral dentro del Gobierno, lo contrario que hizo su madre, la gran Rosario Ibarra de Piedra, y Manuel Clouthier y Cuauhtémoc Cárdenas, ellos sacaron al gobierno del árbitro electoral”, destacó el senador Germán Martínez en un video que subió a redes sociales.
* José Woldenberg, el respetadísimo expresidente consejero del IFE, dijo recientemente que no exagera cuando advierte de que en la reforma electoral de AMLO hay varios puntos que nos deberían llamar a alarma. En una mesa sobre 45 años de reformas electorales, que compartió con Leonardo Valdés, bajo coordinación de Rubén Álvarez, el exconsejero del IFE advirtió: “La intención principal de la reforma es la de alinear a los organismos electorales a la voluntad presidencial. Esto sería un retroceso de enormes dimensiones. Si algo se ha logrado en las últimas décadas es la conformación de órganos electorales independientes”, subrayó. Otro exconsejero presidente del INE, Luis Carlos Ugalde, dio a conocer el fin de semana un reporte especial de la reforma electoral de AMLO que, entre otras cosas, pretende sustituir el INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas. El hoy director de la consultora Integralia destaca también la intención de AMLO de elegir a los consejeros y magistrados electorales por la vía del voto popular; desaparecer los OPLEs y los tribunales electorales locales; centralizar todas las elecciones; reducir el tamaño del Senado de 128 a 96 integrantes (todos electos vía la representación proporcional). Pero también reducir la Cámara de Diputados de 500 a 300 —elegidos vía la representación proporcional—; reducir el tamaño de los congresos locales, con base a un criterio poblacional, entre otras cosas. El reporte de Integralia señala que, una vez que concluya el debate de la reforma electoral, se prevé que el oficialismo aproveche el rechazo para justificar recortes presupuestales al INE en 2023 y 2024. Pero también que se redoblen los ataques contra la autoridad electoral y que se complique el nombramiento de cuatro consejeros llamados a sustituir a los que se van.
* La Iglesia ya se metió en el debate a favor del INE. Un duro comunicado del Episcopado Mexicano dice, textual: “Ningún ciudadano y menos los gobernantes que juraron hacer guardar la Constitución tienen derecho a impulsar reformas que eliminen o comprometan la fortaleza de las instituciones que son soporte del Estado mexicano, como es el caso del INE y del TEPJF. “La sola pretensión de hacerlo pone en entredicho la calidad moral de quienes la impulsan”, concluyen los obispos.
