En Cabazán, San Ignacio
Cientos de personas, entre ellos decenas de estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa, celebraron este miércoles el décimo aniversario del Museo del Jaguar en Cabazán, San Ignacio.
Durante la ceremonia a la que asistió Servando Rojo Quintero, director del INAH en Sinaloa, la directora del Museo del Jaguar, Yamel Rubio, pidió apoyo a las instituciones y la comunidad para continuar las acciones de conservación y preservación de la flora y la fauna de la región, a través de este espacio educativo, de aprendizaje y reflexión.
La investigadora de la UAS destacó que hablar del jaguar es hablar del felino más grande de América.
Enfatizó que ante la crisis ambiental hay que amar más a la naturaleza y no seguir quemando bosques ni cazar al jaguar, porque se está extinguiendo.
En representación de la Secretaria de Turismo de Sinaloa, Rosario Torres Noriega, la Subsecretaria de Promoción y Operación Turística, Estrella Palacios Domínguez, destacó la riqueza cultural, natural e histórica de San Ignacio.
La zona arqueológica de las Labradas, la Ruta de las Misiones, El Museo del Jaguar y la Meseta de Cacaxtla, son atractivos turísticos dignos de ser presumidos a nivel nacional e internacional, dijo la funcionaria, al felicitar a quienes dirigen el museo e imparten talleres y conferencias para proteger el jaguar, especie emblemática de México.
Magali Manjarrez Bastidas, Síndica Procuradora de San Ignacio, destacó que el gobierno municipal está ocupado en promover el turismo cultural a través de elementos identitarios como el Museo del Jaguar.
Rodolfo Anguiano, director de Museos Comunitarios, indicó que en Sinaloa han crecido éstos espacios que ayudan a promover las costumbres, tradiciones, el patrimonio y la riqueza cultural.
Durante la ceremonia de aniversario, Estrella Palacios y Sofía Ángulo de Madueña, esposa del Rector de la UAS, entregaron banda, cetro y corona a la niña Grecia Gutiérrez Ramos, Reina del Museo del Jaguar y se rindió homenaje póstumo a la Bióloga María de los Ángeles Cruz Morelos, mujer enamoradísima de Cabazán y de su gente, pieza clave del trabajo realizado en el Museo del Jaguar durante su primera década.
