- Dijo el Gobernador que no intervendría pero si instruyó al Secretario.
- Ratos tensos en el encuentro donde medió Inzunza Cazarez.
Alfredo Ramírez.
Aunque originalmente había expresado de manera pública que no tenía que intervenir, y era un asunto a arreglar entre las partes; el gobernador Rubén Rocha Moya, tuvo que dar el empujón.
Y por momentos, unos cuarenta minutos a lo sumo, la Fonda del Chalío, por el paseo Olas Altas, se convirtió en el ombligo político de Mazatlán y la primer prueba de fuego para el Secretario de Gobierno, Enrique Inzunza Cazarez.
Previamente, en la calle Venus, a las afueras del antiguo Hospital Militar; la mayoría de los compañeros reporteros; corre-veydiles; orejas y hasta buscachambas habían abarrotado los accesos.
No por la importancia del evento en sí – la supervisión de las obras de remodelación de dicho Hospital para albergar oficinas estatales y municipales-, no. El motivo era conocer la opinión y postura de Rocha Moya ante la situación de entrampamiento político e inminente conflicto jurídico que trae consigo las posturas y actitudes del Químico Luis Guillermo Benítez Torres y el bloque de ocho regidores de PAS, Morena, MC, PAN y PRI; en lo que han sido los primeros cuatro días de gobierno, en esta nueva administración.
Los detalles son de sobra conocidos.
El caso es que había de darse una intervención de poder superior para que se busque el punto medio de la negociación.
Rocha Moya tuvo que aguantar la embestida de los compañeros, lo incisivo y recurrente de la pregunta acerca del conflicto. “Es un asunto que deben de arreglar entre las partes”, decía una y otra vez.
En el acto protocolario, al frente el gobernador, el Químico Luis Guillermo Benitez y Héctor Melesio Cuen Ojeda; ambos con el gesto serio. El secretario de Obras Públicas, José Luis Zavala Cabanillas dando la explicación técnica; y discreta y ligeramente atrás el secretario de Gobierno, Enrique Inzunza Cazarez y el secretario particular del Gobernador, Alejandro Higuera Osuna y la secretaria de Turismo Rosario Torres Noriega; más atrás algunos otros haciendo bola, como el diputado local Juan Carlos Patrón.
Incluso en el mismo evento, Rocha Moya insistió en que el asunto debe de resolverse entre los involucrados sin que intervenga nadie externo.
Lo cierto es, que de seguir entrampado el tema; al llegar ya al propio Congreso y de persistir la falta de acuerdos, se corre –o, ¿corría?- el riesgo de una intervención del Congreso que, en el peor de los casos, pudiese llevar a una desaparición de poderes y el nombramiento de un Consejo Municipal, de ahí la importancia de sentarse a dialogar.
“Vámonos a la Fonda del Chalío, ahí se hará la machaca”, nos pitaron.
Los funcionarios seguidos de los compañeros de los medios, algunos rascahueles y aprontados siguieron la ola. La mayoría se fueron decantando; algunos abordando a funcionarios en el clásico chacaleo y otros cazando el momento.
En minutos, en una mesa de ocho comensales captó la atención de varios. Ahí estaba el Gobernador con algunos empresarios, un periodista legendario: Cuauhtémoc Ramos, el Pity Velarde; y se llamó al maestro Héctor Melesio Cuen Ojeda. A los minutos llegó el Químico Benítez.
“Entre Químicos te veas”, dijo a manera de distención jocosa Rocha Moya. Sobremesa de tres minutos y al rincón, bueno es un decir. Conminados por el Secretario Enrique Inzunza, Cuen Ojeda y Benítez Torres se retiraron a una mesa hacia el fondo, cerca de la cocina a platicar.
Por momentos se apreciaba que movían las manos y se contenían de alzar la voz; ante un mesurado secretario.
En la esquina, en una mesa contigua al arroyo de la calle, entre el pasillo banquetero algunos compañeros observábamos la escena, esperando el momento para sacar alguna declaración; la cual no llegó.
Lo que si, tras algunos quince minutos se ve que se levantan. Cuen tiende la mano y el Químico le corresponde. Se desplazan a la mesa principal en tanto que se levanta Rocha para recibir el reporte de Inzunza Cazarez.
Antes de que se trasladaran, la mayoría a Ixpalino, en el municipio de San Ignacio; Alejandro Higuera Osuna llamó tanto al Químico como a Cuen para tomarse la foto, junto con Rocha Moya e Inzunza para los medios.
Nadie quiso comentar algo.
Lo cierto es que ambos personajes se mostraron más relajados; pero cada quien por su lado: El maestro Cuen platicando con algunos ex universitarios presentes y, el Químico Benítez dialogando con la secretaria de Turismo y el Pity, Ricardo Cárdenas Velarde.
Todo a su tiempo.
Era el momento de la desbandada.
Es cuestión de algunas horas para conocer el nuevo derrotero entre el alcalde Benítez Torres y los regidores del Bloque; en la búsqueda por la buena marcha de la administración y la gobernabilidad.
LA DEL ESTRIBO.- ¿Y el popular Chalío?. ¡Nunca se apareció!. HLP…DM
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