Oliver Velasco*
La coyuntura actual presenta cuestiones muy diversas e interesantes para comentar en una sola columna de opinión, en particular podrían referirse varios temas específicos que acontecen en este momento de sumo interés como: la inundación de Tabasco, la discusión y legislación sobre outsourcing, la pandemia, la legislación sobre el uso lúdico de la mariguana y el regreso del general Cienfuegos a México. Pero se pueden hilar estos temas con una cuestión que nos muestra el modus operandi de la actual administración y esto es, la carencia de timing en las políticas públicas.
Como en casi todos los aspectos de la vida, el tiempo y más importante la capacidad de actuar en el momento correcto es un común denominador en el éxito o el fracaso de las acciones que se decidan tomar. Cuando ya hacía una semana que en Tabasco se presentaba una emergencia a causa de las inundaciones, el presidente que se encontraba en una gira por Nayarit y el sur de Sinaloa y se trasladó mediante transporte aéreo militar a la zona siniestrada podría ser que la lluvia de críticas que se expresaron en redes sociales y medios de comunicación respecto a la tardía reacción y posicionamiento del gobierno federal, aunado a las desafortunadas declaraciones de Manuel Barttlet respecto al tema de las presas que desfogaron agua a las zonas inundadas. Tomando en consideración la actuación del gobierno el tiempo que tomo para reaccionar al tema ha sido una cuestión que ha mermado la imagen de este ante la emergencia.
Sobre la discusión del outsourcing, el timing o que tan oportuno es esta legislación es algo que se presenta en un contexto donde el desempleo en México ronda el 11.7% de la población económicamente activa. El outsourcing es un recurso de contratación que permite a las empresas generar fuentes de empleo que no necesariamente tienen que ver con el giro de su negocio, pero que permiten emplear a trabajadores que complementan las actividades productivas. Por ejemplo una empresa que produce partes de automóvil tiene dentro de sus instalaciones comedor, servicios de seguridad y transporte para los empleados, estos servicios no necesariamente se derivan de las actividades productivas de la empresa, sin embargo de ser estos trabajadores empleados directos de la empresa de autopartes tendrían que tener los beneficios que determinan las leyes para esa empresa por lo que la capacidad de crecimiento y productividad se verían mermadas, como el reparto de utilidad. Por esta razón hay otras empresas que se especializan en ofrecer servicios de seguridad, de comedor o de transporte a distritos empresas bajo el esquema de outsourcing. Algunos empresarios con pocos escrúpulos utilizan este esquema para contratar a los empleados de producción que si tienen que ver con el giro principal de la empresa, para reducir sus impuestos y los gastos de contratación y despido que se generan con la rotación de personal, pero ello no quiere decir que el esquema no sea funcional y que se tenga que eliminar. Muchas empresas que si utilizan el outsoursing de manera correcta tendrían un aumento sustancial en sus costos de producción si se retirase este esquema y probablemente se verían obligadas a cerrar. En un momento como este en el que la pandemia es un factor que ha arrojado a gran parte de la población al desempleo, a la informalidad y a la pobreza. El generar leyes que afectan a la competitividad y la productividad de las empresas, con argumentos como la evasión fiscal o el derecho laboral. En lugar de buscar soluciones se agravaría el problema.
Es precisamente la pandemia la que muestra de la manera más cruda como el timing es fundamental en las políticas públicas. Se afirmaba que llegar a los 6,000 mil muertos por Covid sería un escenario catastrófico, estamos en 100 mil y ahora se acusa que se utiliza como ataque político, se afirmaba que el uso del cubrebocas no era necesario y ahora se afirma que es necesario incentivar a la población a que lo utilice. Las distintas fases: la de clausura se dio en un momento muy temprano y la de apertura se dio en un momento muy inoportuno afirmado por distintos organismos internacionales. Es muy criticable la falta de civismo de la población respecto a su compromiso con la salud propia y ajena. Pero ello no exime la irresponsabilidad en la aplicación de las políticas de prevención, contención y manejo de la emergencia sanitaria que se ha tenido a lo largo de todo este año en que ha transcurrido la crisis.
Ayer fue aprobada en el Senado la legislación sobre el uso lúdico de la mariguana en el país esta ley llega 10 años después de la despenalización en el país que fue el principal consumidor de este estupefaciente mexicano por mucho tiempo. La industria del narcotráfico en México floreció gracias a la mariguana y cuando Estados Unidos la legalizo otras drogas empezaron a emerger, mientras nosotros continuábamos con la estigmatización hacia todos los aspectos que implican esta planta. Por su parte en las pasadas elecciones en el país vecino, el estado de Oregón aprobó el uso legal de todas las drogas abriendo paso a una nueva visión que quita la carga criminal sobre el consumidor y permite un mejor combate a las drogas. México va un poco tarde al respecto y con una ley sumamente ineficiente, que aunque no criminaliza el consumo, no regula la venta y la producción, lo cual genera vacíos legales y seguramente traerá problemas a futuro.
Finalmente, el caso Cienfuegos también nos muestra más que los problemas que muchos analistas mencionan; lo inoportuno o la falta de timing que tienen las conferencias matutinas y el continuo contacto con los medios. El gobierno estaba enterado, por lo menos con 15 días de antelación sobre la investigación y posible detención que estaba efectuando la DEA sobre el exsecretario de la defensa, eso se afirmó, por parte del presidente. Donde hasta se elogió su, no intervención con la justicia. Ahora nos enteramos por la misma declaración del secretario de relaciones exteriores y del presidente que la diplomacia mexicana intervino para trasladar al exfuncionario, siendo que aquí a penas se abría una carpeta de investigación sobre el asunto. Lo cual permite preguntarnos con toda legitimidad, si el gobierno está a favor o en contra que se aplique la justicia. En todo caso, la continua exposición a los medios de comunicación y la falta de coordinación hacen que la oportunidad de aprovechar los tiempos se vea rebasada por las circunstancias.
*Profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa en la Facultad de Ciencias Sociales en las licenciaturas de economía y sociología. Licenciado en filosofía maestro en estudios filosóficos por la Universidad de Guadalajara, maestro en gestión pública aplicada por el Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara. Actualmente doctorante en la Universidad Autónoma de Nayarit/ Integrante de Unidad Democrática Sinaloa.
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