DESDE EL BURLADERO. 

DESDE EL BURLADERO.

REDUCIR NUMERO DE DIPUTADOS Y REGIDORES TIENE SUS ASEGUNES.

Primera de tres.
– Implica una necesaria redistritación que tiene sus costos económicos.
– El principio 60-40 sigue favoreciendo las chusmamafias de los plurinominales.

Por qué no propone reducirles prerrogativas a los partidos políticos?.
Alfredo Ramírez.
Cierto es que los congresos, ya sean locales o federales, han sido históricamente improductivos y se encuentran, en su mayoría, al servicio del ejecutivo en turno.
Además cuestan mucho, pero cuestan más los partidos políticos, instrumentos convertidos en agencias de colocaciones y maquinaria chupasangre y de enajenación, pero eso es otra historia y otra histeria.
La propuesta del gobernador Quirino Ordaz Coppel, en el sentido de reducir en un 25 por ciento el número de diputados locales y regidores ha sido recibida con beneplácito por la gran mayoría de los sinaloenses, sectores sociales y hasta ¡actores políticos!.
Fue un compromiso de campaña, aunque ya saltaron voces diciendo sus propios partidos fueron los creadores de la iniciativa. Todo sea por buscarle chichis a las víboras.
Lo cierto es que dicha iniciativa ya causó comezón a nivel nacional.
Ojalá y el excelentísimo e ínclito señor presidente ciudadano licenciado don Enrique Peña Nieto hubiera impulsado una iniciativa similar desde hace tiempo, pero ya le ganó el jalón el PAN y habrá que ver si allá, en la Cámara de Diputados no se opone el PRI y algunos otros partidos.
Sin embargo, Kike Mentiras, pudiera trascender y pagar un poco de lo mucho que nos debe a los mexicanos presentando una iniciativa constitucional que permita reducir estructuras obesas y ofensivamente onerosas como es el Instituto Nacional Electoral así como disminuir tanta mendiga canonjía a los grandes partidos nacionales, los ministros de la Suprema Corte y a una bola de sátrapas comisionados que no le sirven al país; pero esperar eso de nuestro querido mandatario es como esperar belleza en las arañas o decencia en las hienas.
VOLVIENDO AL tema de la propuesta de Quirino Ordaz; insistimos en que es buena y de amplia aceptación social.
Empero, no considero justo que siga prevaleciendo la fórmula 60-40 para la conformación del Congreso; es decir un 60 por ciento para diputados de mayoría y un 40 por ciento para diputados plurinominales.
Es un acto de injusticia política, pero además de injusticia social, ¿Por qué?, Porque, generalmente quienes pelean como chuchos con rabia las plurinominales son aquellos que pertenecen a las mafias partidistas, aquellos que no hacen campaña, que no se ensucian los zapatos buscando el apoyo de la gente.
Son vividores de la política que no se someten al acido del electorado; por ello, en su mayoría cuando llegan a esas posiciones –producto de cuotas, compadrazgos, mafias y violación de derechos a otros miembros de sus propios partidos- llegan con un desconocimiento real del sentir ciudadano, ¡Cómo, si nunca recorrieron las calles buscando el voto!.
Los plurinominales son; salvo muy buenas excepciones que tenemos en Sinaloa, unas verdaderas suripantas de la política.
La diputación debe de ganarse en la calle, entre la gente, con el contacto ciudadano y no en una negociación intrapartidista.
Haciendo un poco de memoria, recordemos que la figura de los plurinominales tuvo su origen en una reforma impulsada desde los tiempos oscuros de los setentas con los llamados “diputados de partido” impulsado por Reyes Heroles para enviar un mensaje de apertura del sistema político monolítico que padecíamos en aquellos tiempos de represiones y asesinatos políticos.
Fue una especie de despresurización social y también, una manera de comprar a los opositores al régimen.
Uno de los argumentos esgrimidos en esos tiempos fue, la necesidad de que se conocieran las expresiones de otros partidos que no podían, a través de las urnas, llegar a los órganos legislativos en términos de competencia.
Hoy no es así.
En la actualidad todos los partidos políticos nacionales están en igualdad de competencias, con acceso a medios de comunicación, a recursos, a representación en los órganos electorales; a pesar de que algunos se han convertido en verdaderos negocios familiares.
Si los plurinominales siguen considerándose como una necesidad de legitimización del sistema político, lo correcto es que en términos de competencia se reduzca la fórmula a un 80-20; o lo que es lo mismo 1 de cada cinco sea pluri y no dos de cinco como los padecemos ahora.
LA DEL ESTRIBO.- Cada quien tiene su forma de hacer política; unos desde la calle y otros desde la nostalgia de haber perdido la oportunidad de seguir apoltronados en la oficina pensando en la rapiña. HLP…DM

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