- Muelles desolados y productores desesperados.
Recorrer las instalaciones del muelle Alfredo Vladimir Bónfil es presenciar un panorama desolador.
A diferencia de otros años no se aprecia la presencia de trabajadores haciendo reparaciones menores o mayores en las embarcaciones, y esto no es solamente por la pandemia, sino por que se carece de un plan para iniciar el mantenimiento de las embarcaciones y de programas estratégicos para la actividad por parte del gobierno Federal.
“Si te das cuenta, la falta de atención y la falta de programas estratégicos para la actividad hacen que haya un futuro incierto para la misma.”, enfatiza el presidente de la Unión de Armadores del Litoral Pacífico, Jesús Omar Lizárraga.
Agrega que ningún armador o propietario de barco repara las embarcaciones al desconocer si habrá algún apoyo o estimulo económico; máxime que la falta del subsidio al diesel marino ha sido un duro golpe para el sector.
Tampoco hay un programa para iniciar la nueva temporada, indica.