La curiosidad e imprudencia propia de los niños, estuvo a punto de generar una tragedia el mediodía de ayer domingo, sin embargo tal parece que en ocasiones tenemos un ángel de la guarda muy cerca.
Y es que en la conocida y peligrosa Playa Bruja de aquí de nuestro puerto un niño casi muere ahogado a raíz de la marejada que lo fue arrastrando mar adentro ante la desesperación del propio jovencito y de otros que empezaron a gritar desde la playa para que alguien acudiera en su rescate.
Fue así como uno de los comerciantes del lugar se percató de la situación y sin pensarlo dos veces se arrojó al mar yendo en su rescate a pesar de las marejadas.
Julio César es el nombre de esta persona que recibió el agradecimiento eterno no solamente de este niño sino de todos sus familiares que llegaron a vacacionar procedentes de Guadalajara.