Revocación de mandato y lópezobradorismo.

 

 

Revocación de mandato y lópezobradorismo.

José Ramón Bonilla.

La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república tiene que ser tomada, sin duda, como una histórica victoria de un sector de la izquierda que se inclinó a optar por las vías electorales como medio idóneo para ascender al poder público.

Es necesario advertir que algo que pareciera “normal”, hasta hace algunos decenios no lo era, es decir, que un agrupación de izquierda decidiera y tuviera el compromiso de competir por el poder, mediante el camino electoral. Aun  cuando es necesario aclarar que el sistema político priista había cerrado a las fuerzas progresistas su entrada a la competencia en los comicios, pues, eran los años de lo que se ha llamado: “régimen de partido hegemónico”.

Es de enorme mérito que López Obrador haya podido aglutinar a grandes sectores de la izquierda, incluyendo aquéllos que hace treinta o cuarenta años eran reacios a la vía electoral, e incluso la catalogaban como una “forma burguesa”, por ende, no debía ser utilizada, ya que terminaría “pervirtiendo” la auténtica revolución de los oprimidos, en contra de los opresores; por consiguiente, desde hace años y el triunfo del 1 de julio del año en curso, demostró que el movimiento organizado como partido político –MORENA-, había sido capaz de utilizar los mecanismos de la democracia liberal, verbigracia: los comicios, para arrebatar legítimamente el poder político a las élites, que desde el sexenio de Miguel del Madrid Hurtado, se identificaban con la corriente del neoliberalismo.

Nunca dejará de ser interesante y corresponderá a los politólogos estudiar el caso de saber si la izquierda mexicana ha terminado por interiorizar los mecanismos de la democracia liberal, o bien, si la victoria de AMLO en la contienda presidencial, será el gran signo para que cualquier fuerza progresista, no solo MORENA, opte por la vía del sufragio para tener espacio en el sistema político mexicano; sin embargo, también es cierto que los nuevos diputados y senadores, cuya mayoría pertenecientes a la coalición de izquierda ganadora, tendrán la tarea de hacer reflexiones sobre las figuras de la democracia semidirecta y, en su momento, llevar a cabo la aprobación respectiva.

En lo que concierne a la democracia semidirecta, se encuentra en el Senado de la República una iniciativa ciudadana que se presentó a esa Cámara, a efecto de que se incluyera en la Constitución Federal una figura importante, como lo es la Revocación de Mandato, cuya finalidad es que los ciudadanos tengan la oportunidad de suprimir el poder otorgado a una persona que está desempeñando inadecuadamente un cargo de elección popular; sin embargo, los senadores han expuesto un desdén extremo, e incluso, llegan a la iniquidad de coartar cualquier intento de establecer la figura en comento.

La iniciativa ciudadana -que propone la Revocación de Mandato-, fue firmada principalmente por ciudadanos sinaloenses y a la representación de ellos, se encuentra el Maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda, conocido líder social, que ha combatido en diversas ocasiones, vía tribunales, al Senado de la República; de hecho, interpuso un recurso legal, en contra de la Cámara Alta, derivado de la omisión dolosa de ignorar la iniciativa, dándole la razón la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, según se desprende de la lectura de la sentencia recaída en el expediente SUP-JDC-1755/2016; de igual forma, algunos medios de comunicación  con presencia nacional, le dieron difusión a la noticia  y causó sorpresa que el señor Cuén Ojeda, en representación de miles de ciudadanos, había evidenciado las tropelías de las comisiones senatoriales.

El Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, según algunas fuentes, está dispuesto a apoyar que se incorpore al marco constitucional la Revocación de Mandato , logrando así una mayor supervisión de los ciudadanos sobre los gobernantes y provocar la desaparición de conductas inapropiadas de éstos, es decir, se abstengan de cometer latrocinios al erario; de ahí que resulta obvio que la iniciativa ciudadana firmada por los ciudadanos del Estado de Sinaloa, sea la que los nuevos parlamentarios federales, diputados y senadores, retomen para análisis y lleven a cabo la propuesta de dictamen, en la inteligencia de que el Pleno del Senado, por ser la Cámara de Origen, en un primero momento, sea la que otorgue su aprobación; después de ello, tendrá la Cámara de Diputados la responsabilidad de avalar el dictamen y posteriormente pasar a las legislaturas de las entidades federativas para su debida aprobación y de conseguirse, se hará efectiva la reforma constitucional.

¿Por qué es conveniente que la iniciativa ciudadana y cuyo representante de los firmantes es Héctor Melesio Cuén Ojeda, sea la idónea para ser analizada, discutida y aprobada por los legisladores federales, principalmente los que pertenecen a la coalición de izquierda? Existen dos razones fundamentales para que los diputados y senadores identificados con el progresismo, parafraseando a Meade, “hagan suya esa iniciativa”: 1) La revocación de mandato fue propuesta a partir de un mecanismo de democracia semidirecta, esto es, la iniciativa ciudadana, por lo tanto, reuniría un simbolismo mayor que los parlamentarios, máxime los de izquierda, dieran un mayor realce a una iniciativa enarbolada por el pueblo, cuya teleología es tener mayores controles sobre la clase política; y 2) Que la iniciativa que propondría la  Revocación de Mandato, si proviniera del Presidente de la República, al ser aprobada, aumentaría el atisbo de que las reformas políticas siempre serán desde la cúpula del poder, a pesar de que la promesa de campaña morenista fue en el sentido de que las decisiones importantes serían tomadas por el pueblo, es decir, “de abajo hacia arriba”.

Como decía Don Jesús Reyes Heroles (qepd): “En política la forma es fondo”; de ahí que si el gobierno lopezobradorista y los legisladores morenistas tienen la intención de enviar un mensaje de que las decisiones trascendentales las tomará el pueblo, es necesario que lo concerniente a la Revocación de Mandato, sea la iniciativa ciudadana firmada por los ciudadanos sinaloenses y cuya representación ostenta el señor Héctor Melesio Cuén Ojeda, la que sea tomada en consideración, toda vez que se enviaría el mensaje positivo de que una propuesta genuinamente ciudadana, esto es, “desde abajo”, llega a la clase política y ésta se constriñe a obedecerla. ¡Ya veremos si existe una “genética democrática” en los nuevos miembros de la élite política de izquierda!

Noticias relacionadas

Dejar un Comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.