Conocido como el Fuerte Carranza por algunos, o el Fuerte 31 de Marzo, por otros; esta construcción icónica empieza a recibir trabajos de remodelación y preservación después de tantos años de olvido.
Brigadas de trabajadores realizan labores de limpieza, remoción de escombro y resanado en el área del Fuerte que tiene como vecino a la Casa del Marino.
Este lugar, hoy utilizado para las delicias del fornicio clandestino, la beberecua, las necesidades fisiológicas y hasta para drogarse; cuenta con 154 años de construido.
En ruinas por la indolencia gubernamental, la fortificación fue construida un 31 de marzo de 1864 trayendo a la memoria de los porteños su rol en la defensa de puerto cuando el famoso barco de guerra francés “La Cordelliere” y su tripulación atacaron el puerto.
Dicen las crónicas que en un día 13 de noviembre de 1864 los pretensos invasores dispararon 12 cañonazos hacia la ciudad, causando solamente daños materiales en algunas de las casas de adobe, paja y teja; además del terror entre la población; lo que orillo a la autoridad municipal de aquellos años, conocido como prefecto, a entregar la plaza, tras el abandono de las fuerzas del ejército nacional.