La Dip. Local del PRI, Guadalupe Iribe Gascón, hizo un llamado al gobierno federal para poner fin a la austeridad inhumana, no republicana, que está afectando tanto al Sistema Nacional de Salud al dejar desprotegidos a miles de derechohabientes que ahora no cuentan con la atención médica necesaria ni con los medicamentos suficientes para su atención.
Iribe Gascón, señaló que este recorte presupuestal ha mermado en mucho la cantidad y calidad del servicio de salud, de manera que se refleja un deterioro grave en las instalaciones, falta de medicamentos y escasez de personal que ha llegado a niveles intolerables.
“A todo le llaman austeridad republicana”. Originalmente se dijo que era para eliminar excesos, evitar dispendios, y hacer un uso más eficiente y productivo del gasto gubernamental. Sin embargo, esta austeridad republicana hoy se convirtió en austeridad inhumana, dijo la legisladora.
“Están haciendo recortes al gasto a machetazo limpio. Los criterios financieros arrojan a la basura los criterios sociales, y lo hacen sin ningún respeto a la dignidad de las personas y a la vida humana. Clínicas, hospitales e institutos de salud están reduciendo sus servicios por falta de presupuesto. Incluso, se está dejando de pagar al personal médico. Se están regateando recursos al sistema de salud, para destinarlos a proyectos inciertos”.
Iribe Gascón manifestó su apoyo en el combate a la corrupción pero consideró que muchas de las medidas para ello son equivocadas. Aclaró que el Congreso de la Unión aprobó, en tiempo y forma, un presupuesto para el sector salud, sin embargo no se está respetando.
“Para iniciar obras faraónicas, se está disminuyendo el presupuesto público de tal manera que ya lo resiente directamente la población más necesitada. El Gobierno Federal sí tiene dinero, pero lo está usando de manera equivocada. Está construyendo obras que no se justifican ni social ni financieramente. Está dilapidando los recursos públicos”, dijo.
Guadalupe Iribe, señaló que el costo de estos recortes al sector salud habrá que medirlo, no en pesos ahorrados, sino en vidas de mexicanos que no pudieron salvarse por falta de atención médica o por escasez de medicinas.
Consideró que “la gota que derramó el vaso” fue la reciente renuncia del director general del IMSS, argumentando recortes presupuestales que ponen en riesgo el desempeño institucional.
“Pero aún es tiempo de tomar el rumbo adecuado. No confundamos la austeridad republicana con la austeridad inhumana. Las consecuencias estás siendo desastrosas para el país y para la vida de miles y miles de familias mexicanas”, puntualizó.
