- Yo no tengo una bolita mágica. Si la tuviera no hubiera dejado que Alejandro Higuera se acercara.
- Mazatlán ha avanzado en materia turística pero todavía le falta.
Fernando Pucheta está relajado, tranquilo.
Llegó al evento a acompañar a una amiga entrañable quien recibió un reconocimiento a su labor como mujer destacada, empresaria, a su merito como mujer.
Discretamente llegó a su espacio, al espacio con sus amigos, pero su presencia no pasó desapercibida.
Pucheta está enfocado en tres frentes: su casa “Una mano amiga”, su trabajo en el ámbito turístico y regreso a la academia; y su contacto con las personas que lo requieren y le siguen en sus amplias redes sociales.
- ¿Su labor social no tiene que ver con la política?, se le pregunta.
“La política es el trabajo, lo que se ve es. De la política partidista soy respetuoso: pertenezco a un partido, pero este no es el caso. Es el trabajo de Fernando Pucheta como ciudadano acompañado de gente que cree en mi y que dice vamos a hacer lo que tú haces, y eso para mí lo más importante; son cientos de personas los que hoy se agrupan en Una Mano Amiga”.
Las acciones que se realizan desde la casa Una Mano Amiga no tienen fines de lucro, no se factura ni piden donativos; son acciones producto de la solidaridad de un grupo de amigos que acuden directamente a donde están las personas con necesidades y que llaman para pedir se les tienda una mano.
No se trata de esperar un programa federal de ayuda o de pedirle al gobierno, son personas que requieren de un apoyo inmediato.
“Yo no trabajo para el gobierno ni con el gobierno, únicamente con la ciudadanía, como el ciudadano que soy, con una experiencia obviamente el haber sido presidente municipal, el saber cómo se mueve una estructura social. No hay cifras, porque lo hago porque quiero y la gente lo hace porque quiere no hablamos de estadísticas por que no estamos para quedar bien con nadie.”, expresa.
- ¿Lo volveremos a ver en alguna boleta electoral?, le pregunta la reportera de El Debate.
“Ya lo dije una vez: No tengo bolita mágica. Si tuviera una bolita mágica, cuando se presentó Alejandro Higuera a tratar de asesorarme y darme recomendaciones no lo hubiera aceptado”.
Y es que por respeto a su experiencia; y en el tenor de que las campañas se quedan en el pasado; el tres veces alcalde le recomendó una serie de personas para laborar y confiando en la capacidad de estas personas las aceptó.
Cuando uno llega no lo sabe todo. Ya no es el partido el que llega a gobernar ni tampoco un presidente es sólo sino que tiene que acudir a la capacidad de la gente, rodeándote de un equipo; pero más tarde en aceptar el apoyo que en recibir las puñaladas. Higuera es un traidor; expresa Pucheta Sánchez.
“Estoy hablando de mi experiencia con Alejandro Higuera. Alejandro Higuera llegó me dijo de todo lo que me podía ayudar y obviamente es un hombre con experiencia y yo quise mamar de esa experiencia y me propuso obviamente a diferentes actores para diferentes áreas del ayuntamiento y yo ante el deseo de querer hacer un buen papel las puertas se abrieron; pero más tardaron en abrirse que en cerrarse porque el amigo me salió traidor.”, remarca.
Como alcalde, sostiene Fernando Pucheta, sostuvo comunicación constante y diaria con los ciudadanos mediante el programa “El alcalde toca a tu puerta” durante el periodo que estuvo como alcalde que fue en el 2017, ya que el 2018 correspondió a Joel Boucieguez Lizárraga en su carácter de interino.
“Joel es una persona a la que quiero mucho y de la que aprendí muchísimo; sin embargo no se pueden mezclar cada gobierno como el actual lo ha querido hacer.”
Actualmente, Fernando Pucheta se encuentra integrado al equipo del empresario turístico Ernesto Coppel Kelly y en breve se reintegrará a la base docente del Cbtis 51.
No se considera retirado de la política; pero explica que es una gran diferencia entre quien utiliza la política para servirse o para servir.
Respecto al panorama turístico de Mazatlán, en base a su experiencia de más de 20 años en el sector, considera que Mazatlán ha avanzado pero todavía falta dar el brinco, que no ha podido dar, para estar en franca competencia con otros destinos como Cancún, Los Cabos y Vallarta en cuanto a la calidad hotelera.
