Son más de un centenar de escalones, sumamente cerrados, agarrados de una baranda, en un espacio oscuro hasta llegar a la azotea de la Catedral, y de ahí subir otros cuantos para llegar al Campanario de Catedral.
Hasta nos tiemblan las corvas y eso que no padecemos de vértigo.
Nos fue guiando José Cansino, un ex trabajador de los antiguos cines de Cotsa, que lleva ya 20 años como campanero y auxiliar de mantenimiento de la catedral de nuestra señora de la Inmaculada Concepción; tras de él íbamos tembleques, Alejandro, Raúl y este servidor.
La imagen es esplendida, a los 360 grados de toda la ciudad.
El señor Cansino empezó de medio tiempo; cuando salía de su trabajo en los cines; le fueron dando ciertas responsabilidades a las que se sumo el de campanero. Reconoce que se debe de tener buena condición para subir tanto escalón día a día.
- Que significado tienen los tañidos o repliques de las campanas? Preguntamos.
“Depende del tipo de misa, si es ordinaria o especial, son diferentes tipos de replique. En una misa ordinaria se hace un llamado una media hora antes con una campanada y se deja un espacio de cinco segundos y después se dan quince campanas, luego se deja un espacio de diez segundos y se da un último replique, así significa que falta media hora para la misa”.
Cuando faltan quince minutos se da dos campanadas. Y así existen varios llamados conforme se acerca el horario de la misa.
En las misas por celebraciones especiales se tiene que tocar las campanas esquineras y en ocasiones al mismo tiempo por lo que el campanero debe de ingeniárselas para que se toquen al mismo tiempo.
Cabe señalar que en la antigüedad, y todavía en algunas comunidades persiste, el utilizar las campañas de las iglesias para situaciones de emergencia o desastre.
Las campanas de bronce solido son relativamente nuevas, una es de 1940 y otra de 1973; y si bien en Mazatlán afecta la humedad y el salitre, a lo que si se debe de dar un mantenimiento más especial esa los sistemas de poleas y cables.
En cada una de las dos torres hay una campana grande y dos medianas. Para el funcionamiento del reloj hay cuatro campanas pequeñas.
En las torres, a partir de donde están las campanas todavía hay dos pisos más con escaleras verticales para llegar a las llamadas agujas; donde se aprecia la leyenda “mil ochocientos noventa y cuatro” fecha en que se construyó esa parte.
José reconoce que es difícil y se requiere condición para escalar a la zona del campanario, y es en tiempo de lluvias cuando se debe de tener una mayor precaución, tanto al subir como al bajar porque corre mucha agua; sin embargo la grúa de movimiento se tiene que asegurar cuando hace mal tiempo.
La azotea de la Catedral también es un lugar de relax, para admirar la ciudad en 360 grados, desde la bahía hasta los muelles e Isla de la Piedra.
A José le llama la atención cada vez que llegan turistas, no solamente norteamericanos sino europeos, como se embelesan ante las imágenes, los retablos y como expresan frases de admiración y captan en sus cámaras todo.
También le satisface como acuden muchas personas a buscar en los archivos de Catedral documentos para conocer más de su historia.
- ¿Cómo se cuidan y se les da mantenimiento a las imágenes?, preguntamos.
“Las imágenes requieren su mantenimiento, se mueven, no se pueden dejar al olvido. Hay que darle muchos cuidados a la figura y a las vestimentas; el polvo, el clima. También a las piezas de mármol. Son piezas que pueden durar una eternidad y requieren mantenimiento especial, no con cualquier liquido; utilizar plumeros y trapos muy secos”.
La charla es interesante y la vista mejor, desde el campanario, pero es hora de bajar…de volver a sentir el temblor de corvas.
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