Con el propósito de resolver el problema de falta de agua potable y drenaje sanitario en Mazatlán, el gobernador Quirino Ordaz Coppel, en compañía del director de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Ramírez de la Parra, entregó las obras de rehabilitación de la red de alcantarillado del centro histórico, que sustituyó las viejas tuberías de barro que tenían 70 años de antigüedad, trabajos en los que se invirtieron 228 millones de pesos.
En su mensaje, el mandatario estatal dijo que el objetivo de su gobierno es resolver el histórico problema de suministro de agua que ha sufrido Mazatlán, y por ello, como parte de esta gira de trabajo con el director de la Conagua, previamente realizaron una visita de supervisión a los trabajos de construcción de la planta potabilizadora Miravalles, que tratará el agua de la presa Picachos para canalizarla a través del acueducto a Mazatlán. Cabe destacar que en esta obra se invierten 688 millones de pesos, en una mezcla de recursos federales y estatales, y quedará concluida en marzo del 2019.
Con el inicio de operaciones de la planta Miravalles, se garantizará el suministro de agua potable para 500 mil habitantes de Mazatlán, quienes actualmente en ocasiones padecen el “tandeo” del servicio; es decir, que carecen del mismo durante determinadas horas del día, pero que ahora tendrán garantizado la continuidad del servicio por los próximos 30 años.
Al respecto, el gobernador Quirino Ordaz Coppel comentó que esta planta era una obra necesaria desde hace más de 10 años, cuando se inauguró la presa Picachos, pues uno de los argumentos para construir la presa era, además de irrigar 20 mil hectáreas para el uso agrícola, también suministrar agua para el consumo humano a la ciudad de Mazatlán, y resolver así su histórico problema de falta del vital líquido.
Destacó que con la carretera Mazatlán-Durango, este puerto abrió las puertas a más inversión privada, pero reconoció que un obstáculo era la falta de agua potable, y de ahí la importancia que reviste el acueducto Miravalles, reiteró el mandatario estatal.
Sobre esta misma planta, el gobernador señaló que se buscó hacer una mezcla a partes iguales entre la Conagua y el Gobierno del Estado para invertir los 688 millones de pesos necesarios en su construcción, sin necesidad de recurrir a esquemas de inversión privada, esto con el propósito de no incrementar las cuotas por agua potable de la Jumapam, pues afectaría la economía de las familias mazatlecas, sobre todo, de las más necesitadas.
A su vez, el director de la Conagua, Roberto Ramírez de la Parra, reconoció la visión que tiene el gobernador Quirino Ordaz Coppel, de trabajar en grandes obras que no se ven, al estar enterradas, pero que cubren la más sentida de las necesidades humanas, como es el contar con un buen servicio de agua potable y drenaje.