( Redacción Central/ ACI Prensa).
Hoy, 20 de abril, celebramos el Domingo de Resurrección, día en el que Cristo venció a la muerte y al pecado. La Iglesia se une a una sola voz para gritar: ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Hoy se da inicio al Tiempo Pascual, período litúrgico de cincuenta días en los que la Iglesia Católica celebra la cúspide de la obra de la salvación: la Resurrección de Cristo, el Señor. El Tiempo Pascual -conocido también como “Cincuentena Pascual”- concluye con la Solemnidad de Pentecostés (8 de junio de 2025).
El domingo más grande
Y eso no es todo. Simultáneamente hoy también empieza la Octava de Pascua, primera semana de la Cincuentena Pascual. La Octava de Pascua, como sugiere el propio nombre, equivale al periodo de ocho días continuos en los que se celebra la Resurrección de Cristo. Lo hermoso de estos ocho días -de domingo a domingo- radica en que deben ser vividos como si fueran “un solo día”. Se trata, pues, de un “largo domingo” o “gran domingo” en el que el júbilo por Cristo vuelto a la vida se prolonga con la misma intensidad con que se vive el Domingo de Resurrección.
Segundo domingo de la Octava: la Divina Misericordia
El Segundo Domingo de Pascua, con el que concluye la Octava, es llamado Domingo de la Divina Misericordia, de acuerdo a la disposición dejada por San Juan Pablo II durante su pontificado, a propósito de la canonización de su compatriota Faustina Kowalska.
El decreto de Su Santidad fue emitido el 23 de mayo del año 2000 – ¡hace casi 25 años! – por la entonces Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, hoy convertida en Dicasterio. En el documento se detalla que la celebración de la Divina Misericordia tendrá lugar siempre el segundo domingo de Pascua, por lo que constituye una fecha movible en el Calendario Litúrgico. La denominación oficial de esta celebración es «Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia».