La investigación del libro “La tragedia del COVID-19 en Sinaloa”, surge como una preocupación por saber cómo la pandemia había encontrado las instalaciones hospitalarias e insumos y cómo estaba la sociedad sinaloense en relación agravante a esta enfermedad.
En el marco de la Feria del Libro de la Universidad Autónoma de Sinaloa (FELIUAS) 2022, se presentó esta reciente obra del doctor y politólogo, Ernesto Hernández Norzagaray, y que el maestro en ciencias, Héctor Melesio Cuén Ojeda, Secretario de Salud del estado de Sinaloa reflexionó acerca de esta publicación.
Cuén Ojeda expresó que el contenido de este libro, es magnífico ya que permite conocer a fondo este tema, y que es elaborado con datos hasta el año 2020 donde hizo proyecciones importantes y atinadas. Resaltando que en México este virus causó grandes estragos a 4 mil 854 trabajadores de la salud que perdieron la vida a nivel nacional y 118 a nivel Sinaloa.
“Lo interesante de este libro es que hace una correlación entre la salud y el impacto social de la pobreza; donde la estadística está plasmada en este libro tanto a nivel nacional como en el estado de Sinaloa. La mayor parte de la muerte por COVID-19 tiene que ver con gente pobre. Es un libro que vale la pena”.
Entre sus conclusiones, agregó que una de las estrategias como lo es la vacunación es definitivamente un cambio drástico que ofrece la ciencia, siendo un biológico contrarrestante a los efectos del COVID-19.
En su participación el autor, se planteó interrogantes tales como si estamos preparados desde el punto de vista hospitalario, si se tienen recursos para enfrentar un rebrote de este alcance, entre otras.
“Esto es un diagnóstico pero me permitió ver otro nivel, las capacidades institucionales para instrumentar. Me di cuenta que era errático y no había una política pública clara. Cuando llegaba un enfermo de neumonía había dos posibilidades de interpretarlo, neumonía típica y las atípicas, generadas por virus”.
Reveló datos que podrían ser considerados preocupantes. Por ejemplo, dijo que México es uno de los países donde hay una mayor letalidad en el caso de los enfermos, estando arriba del 7, es decir, de cada 100 personas contagiadas 7 se mueren, pero otros países donde mueren 4 o 1, esto impacta en las características del sistema de salud de cada país.
“Detecté que había hasta 17 muertos por cada 100 enfermos de COVID-19, lo cual rebasaba la media nacional, es en lugar a dudas muy alta. Esto lleva a otro tema que está ligado a las decisiones políticas que se estaban tomando. Mientras se aislaba la gente, era recomendable que estuvieras ahí, pero luego hubo atrevimientos temerarios como aquí en Mazatlán, partidos de fútbol, carnaval y el aforo que se espera en semana santa”, destacó.