– Por presunta falsificación de culpables, en el caso del doctor Waldo Orlando García Ferrera.
Vamos a proceder a demandar internacionalmente al estado de Sinaloa por la fabricación de un culpable para resolver un asunto por presiones diplomáticas, anunció el licenciado Gabriel Regino García, titular de Regino Abogados, esto a raíz de la presunta fabricación de un culpable por un delito no cometido, como es el caso, dijo, del doctor Waldo Orlando García Ferrera.
Esta acusación se va a formular ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos a quienes se pedirá su urgente intervención, así como la de la oficina de Justicia de la ONU.
“Y en apoyo a esas acciones también debo participarles hemos presentado una denuncia ante la actual FGE de Sinaloa donde denunciamos a todos los que participaron en la creación de un culpable; desde comandantes, ministerios públicos, hasta subprocuradores y posiblemente los titulares de aquellos años convulsos de Sinaloa”.
Hizo una relatoría del caso, donde a Waldo Orlando García Ferrara se le practicó tortura por personas desconocidas, para inducirlo a confesarse culpable del homicidio de su pareja sentimental, la maestra de ballet Margarita Naranjo de Saa; además de que no realizaron la pericial fotográfica forense de manera correcta y además del dictamen de necropsia que luego fue arrancado del expediente y al ser reclamado, cuatro años después presentaron una distinto.
Ante esto fue necesario la intervención de peritos externos, de la PGR, quienes de manera contundente emitieron un dictamen que señalaba que ambos peritajes estaban mal hechos y no determinaban la causa de la muerte.
Aún así, asevera, 7 de octubre de 2017 se le sentenció a 36 años y seis meses de prisión, tras largos cinco años de un proceso viciado que orillo al despacho a realizar una investigación alterna que arrojó evidencias de que a pesar de que nunca investigaron las torturas, se le fabricó una culpabilidad.
Precisó que el delito de tortura no prescribe y que la denuncia internacional al estado de Sinaloa tiene como objetivo se conozca que no se ha dejado atrás los tiempos en que una procuraduría solucionaba casos a modo
“No vamos a cejar hasta que se haga justicia y estas personas que cometieron un delito reciban un castigo, porque no sabemos con cuantas personas más hicieron cosas similares: fabricar culpables”.
