El pintoresco y mágico poblado es uno de los 13 “Pueblos Señoriales” con los que cuenta Sinaloa
“Qué bonito es El Quelite, bien haya quien lo formó”, así reza el famoso corrido de Alfonso López Esparza, una declaración que cobra vida al visitar este encantador “Pueblo Señorial”, una joya de historia, tradición y belleza natural que te transporta al pasado y te conecta con la esencia más pura de México.
Ubicado a tan solo 35 kilómetros del puerto de Mazatlán, al pie de la sierra del vecino municipio de Concordia, El Quelite te espera con más de 500 años de historia. En sus raíces, este mágico lugar fue hogar de los Totorames, un pueblo indígena que dejó huellas indelebles, como el “Ulama de Cadera”, un fascinante juego prehispánico que aún se practica y cuenta con su propio monumento en el pueblo.
Desde el momento en que cruzas su emblemático arco de entrada, el encanto de El Quelite te envuelve. Sus calles empedradas, flanqueadas por casonas históricas con techos de teja y patios llenos de árboles frutales, invitan a perderse en un mundo donde el tiempo parece detenerse. Es el lugar perfecto para respirar aire fresco, desconectarte del bullicio y disfrutar de la calidez de sus habitantes, quienes reciben a cada visitante con una sonrisa y el corazón abierto.
Pero El Quelite no solo es historia y arquitectura. Es un verdadero paraíso gastronómico. Aquí puedes saborear delicias como la machaca de res, el chilorio, el chorizo y los frijoles recién hechos, todo preparado a la leña con recetas tradicionales. No puedes perderte el pan artesanal horneado en hornos de lodo, o los dulces como los jamoncillos, elaborados con leche fresca por las manos expertas de las mujeres del pueblo.
Para los amantes del arte y la artesanía, las calles de El Quelite ofrecen tesoros únicos: huaraches y bolsas de piel, utensilios de barro y pulseras hechas a mano, reflejo del talento y tradición que han pasado de generación en generación.
¿Quieres vivir una experiencia auténtica? Súbete a un caballo como los locales y disfruta de un paseo entre paisajes rurales y campos de cultivo. O simplemente siéntate bajo la sombra de un gran árbol y escucha el susurro de la naturaleza mientras te dejas llevar por la tranquilidad del entorno.
Visitar El Quelite es mucho más que un viaje; es un regreso a lo esencial, una oportunidad para descubrir un rincón único de Sinaloa que rebosa vida, sabor y cultura. Desde Mazatlán, esta escapada es imperdible para quienes buscan experiencias auténticas y memorables.
