Los feligreses, a lo largo de meses han visto como este monumental edificio ha sido pintado en su exterior, así como en su interior sin que se olvide la limpieza a los más diversos rincones, ahora ha tocado el turno a las bellas imágenes de las
estaciones del Vía Crucis.
Ahí, bajo la mirada de
Jesús de la misericordia Divina y de San José los hermanos han habilitado un lugar en donde llevan a cabo tan delicada labor.
Tal
reparación se lleva con cuidado y cariño a cargo de las manos expertas de los hermanos Fernando y Francisco Martínez valencia, quienes desde hace 20 años han sido participe en las etapas del cuidado de esta
catedral.
Fernando nos cuenta que al principio fue para
reparar las imágenes religiosas que hay en el interior de la iglesia.
–Hemos reparado la Virgen del Carmen, el Sagrado Corazón, el Cristo de la entrada, la Dolorosa… han sido muchos, ya sean algunos detallitos como de pintura, por ejemplo… Esta Imagen de san José -señala la imagen a sus espaldas- solo retocamos el rostro.
Hace más años cuando
se realizó otra restauración a las imágenes no supieron hacerla. Solo aplicaron la pintura así sin más -dicen señalando unos de los querubines de la pieza que están en reparación- Mire, pusieron una pintura amarillenta, no es color carne y está inexpresiva…
¡estuvo fatal!… nosotros es de lo que nos encargamos de poner… matices tanto en la ropa y expresiones en los rostros.
Cada imagen lleva una concienzuda labor de cepillado con cuidado tratando de quitar el polvo y algunas escamas de pintura para después aplicar pintura al óleo, barnices blanco de España y cuando se requiera pagaduría y yeso.
Fue de su padre, el señor Ramón Martínez, oriundo de Campeche que los hermanos Martínez Valencia aprendieron esta delicada
labor de restauración. Cuenta que su padre tomó varios talleres en su tierra natal Campeche, así como en Yucatán, después se trasladarían a Nayarit.
-Comenzamos a trabajar desde los 16 años -cuenta Francisco orgullosamente- y tenemos más de 50 años en esta labor.
Trabajo que los ha llevado a laborar en las diócesis no solo de Nayarit donde residen sino también en Jalisco, León Guanajuato, Aguascalientes, Mexicali y Michoacán.
Si bien esta labor les fue transmitida por su señor padre, ninguno de sus hijos la continuará pues todo laboran en profesiones como maestros, licenciados, etc.
Pero al contrario de lo que la gente pudiera pensar, en realidad hay muchos
restauradores en el país, la mayoría concentrado en los estados de Michoacán y Guadalajara -Y es que ahí como se concentraba la riqueza de las minas, en esas iglesias se dio la gente que les procura el mantenimiento.
Se narra que el bello
Viacrucis de esta catedral fue donación de una acaudalada familia de Mazatlán, y fue traído desde Italia.
-Es posible -comenta Fernando- pues es muy diferente de otras figuras que hemos reparado.
Y lo más probable es que las demás figuras sacras también procedan del viejo continente, pues
antes de la segunda guerra Mundial Mazatlán tenía mucho comercio con Europa gracias a las familias extranjeras que habitaban en el puerto.
-Nosotros podemos distinguir las figuras que provienen de España porque tienen grabado en la parte de atrás el sello distintivo de la empresa que las realizaba. Por lo general las hacían de yeso, pero poco a fueron cambiando, ahora las hacen de terracota cubierta de una pasta de cerámica… de 1940 en adelante mejoraron mucho su estética -dice siguiendo con su labor.
Nos confiesa que, de las figuras de nuestra catedral, la que más problemas tuvieron para realizar su labor de restauración es la de la
Inmaculada Concepción -Y es que a la Virgen no podemos moverla de ahí- Dice señalando la imagen que ubicada en lo alto del altar mayor.
Pero a pesar de todo, la imagen fue atendida y hoy muestra los matices y brillantes colores que capturan miradas.
–Para nosotros es una satisfacción muy grande el que se nos conceda el venir a trabajar aquí, es cierto que cada lugar es un reto porque la gente tiene sus peticiones, pero aquí en Mazatlán la gente nos ha recibido muy bien, nos ven trabajando y nos felicitan por nuestra labor.
El Viacrucis consta de 14 estaciones y cada una de ellas lleva a lo menos dos días y medios para una restauración completa, por lo cual los hermanos Martínez Valencia calculan que será a finales del presente mes que el público ya pueda admirar completamente restaurado esta bella obra de arte.
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