Desde el pasado día lunes continua cerrado el rastro municipal de Mazatlán por orden de un juez federal.
Con esto se han quedado sin ingreso setenta trabajadores pero se estima que suman 150 las personas que dependen económicamente del centro de matanza y abasto.
Se dio a conocer que la orden para suspender operaciones se debe a la falta de un horno crematorio y una planta tratadora de desechos en las instalaciones ubicadas en la colonia Rafael Buelna al sur de la ciudad.
La alternativa es que entre en operaciones el nuevo rastro TIF construido en la zona de El Vainillo.