- De hecho este negocio inventó la mochila de vaqueta en 1940, distribuyéndola después a todos los rincones de México.
(Especial de Revista y Portal México Desconocido).
Una de las creaciones más bellas que ha dado la talabartería mexicana en toda su historia es la antigua mochila de vaqueta, un objeto que marcó la vida de millones de mexicanos que fueron a la primaria entre 1940 a 1990.
Por fortuna existe todavía un lugar en la Ciudad de México en donde se puede conseguir este emblemático artículo escolar, se trata de El Caballo Mexicano, de hecho éste es el negocio que inventó la mochila de vaqueta hace más de 80 años.
El negocio donde nació la mochila de vaqueta en 1940
Tal establecimiento está en la esquina de José María Pinosuarez y Rinconada de Jesús, a pocas cuadras del Zócalo de la Ciudad de México, ahí, en el aparador, yace una mochila de vaqueta a un precio de 2 mil pesos, más o menos.
Tiene doble costura para mayor resistencia, es de auténtica vaqueta de res mexicana (un material más grueso que la piel), sus herrajes son una belleza por sí solos, el olor que tiene es deliciosamente inconfundible y fue hecha a mano en los talleres en donde se inventó hace casi un siglo por Braulio Armando Santos Burgoa.
El Caballo Mexicano, una talabartería histórica
Él era hijo de Braulio Santos Cervantes, un talabartero originario de Oaxaca que en plena Revolución Mexicana instaló El Caballo Mexicano en la misma esquina en la que hoy se encuentra. Fue desde su inicio, especialmente en su inicio, un establecimiento útil dado que en aquella época todos andaban a caballo, solicitando cintos, sillas de montar, botas, bozales, huaraches, etcétera.
Todos sus productos los creaban con materia prima (pieles) de ganado producido en Oaxaca y procesado en ese mismo estado, el cual se traía a sus talleres en la capital para convertirlos en talabartería.
Nacimiento y ocaso de la mochila de vaqueta
Llegada la década del 40, a Braulio Armando Santos Burgoa se le ocurrió crear una mochila escolar duradera, de pura vaqueta, la piel más gruesa de todas, a fin de que fuera resistente a todo, según nos platica Eglantina Santos Herrera, hija de aquel inventor y hoy encargada de El Caballo Mexicano.
Esa primera década la mochila de vaqueta tuvo el tiempo suficiente para darse a conocer como un producto escolar resistente, durable; para la década del 50 su buena reputación llegó a los estados cercanos y en el 60 se popularizó en todo el país a través de diversas tiendas que revendían estos artículos de El Caballo Mexicano, era el caso de la Talabartería Benjamín Gil en Monterrey.
Mochila de vaqueta, un artículo de colección
Pero dejaron de ser populares a inicios del 90, tal vez con la entrada de otras mochilas, eso sí, mucho menos durables. Aunque Eglantina reconoce que todavía llegan a comprarle mochilas de vaqueta, adultos que quieren recordar sus tiempos de infancia o incluso universitarios que la usan para reforzar su estilo vintage.