CON TOTAL IMPUNIDAD DOS CAJAS DE AHORRO FRAUDEAN A TODO UN POBLADO.

  • El fraude de la década, contra un poblado de migrantes y oriundos de Michoacán
  • Pobladores de San José de Gracia y sus alrededores, en la frontera entre los estados de Michoacán y Jalisco, se convirtieron en víctimas de fraude por parte de dos cajas de ahorro que no contaban con registros oficiales

MEXICO.- La oferta era irresistible. La hacían dos cajas de ahorro de nombre Institución de Crédito, Ahorro e Inversión San Nicolás de Bari así como la Cooperativa Marcos Castellanos ubicadas en la frontera entre Michoacán y Jalisco.

Los pobladores de San José de Gracia y sus alrededores (Jiquilpan, Sahuayo y Mazamitla) estaban  tan entusiasmados por los altos rendimientos que echaron la casa por la ventana y vendieron todo lo que se les atravesara para apostar por la famosas cajas de ahorro.

“Ni en sueños” les darían los bancos ese porcentaje de intereses. Además, en la competencia por jalar más clientes, las empresas entraron en una encarnizada rivalidad y ofrecían regalos para los nuevos ahorradores: muebles, motocicletas, aparatos de cocina, herramientas de trabajo aparatos electrónicos, edredones…

Los pobladores a su vez vendieron vacas, becerros, toros bien cotizados en una zona ganadera; camionetas, tractores, casas, negocios, electrodomésticos se volvieron pronto un material de intercambio para hacerse de dinero.

Quienes tenían ahorros los sacaron de las cuentas bancarias o de debajo del colchón donde dormían sin dar frutos.

Jubilados, ancianos, amas de casa, niños cuyos padres les querían inculcar la cultura de la inversión. Todos corrían tras los representantes, detrás de Gustavo Armando Miranda Villanueva (de Cooperativa Marcos Castellanos) o de Flora Teresa García Marcelo (de Nicolás Bari).

Nunca pensaron que los podrían defraudar y dejar sin futuro.

Las Cajas o Cooperativas de Ahorro son una forma de organización social integrada por personas que quieren ahorrar o pedir préstamos de los ahorros captados entre sus mismos socios. Forman parte del Sistema Financiero Mexicano y por eso requieren autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Las cajas de ahorro están tan reguladas que hasta la fecha sólo están oficialmente

Registradas 155 entidades en operación, según el más reciente informe 2021 de la CNBV.

El documento revela que estas cajas cuentan con activos totales por alrededor de 110,000 millones y poco más de 6.5 millones de socios cooperativistas.

Para consultar si una cooperativa está registrada o está en proceso de obtener la autorización, se puede consultar la pagina www.focoop.com.mx.

Luis González, un migrante de retorno en EEUU, no sabía nada de esa información. Se dejó llevar por la fama del boca en boca, por los amigos que le recomendaron invertir en ambas cajas de ahorro.

“Llevan 20 años aquí y no han robado a nadie”, le dijeron en aquel tiempo.

Después Luis González se enteró que fueron 1,400 personas las que creyeron ese argumento: las mismas defraudadas que han levantado la denuncia ante la fiscalía michoacana.

Porque efectivamente una de las sociedades tenía más de 20 años de operaciones y la antecedía una buena reputación; la otra, tenía siete años hasta la fecha en que se dejaron de pagar, en octubre de 2019.

González pidió que se cambiara su nombre por seguridad. “No sabemos quién pueda estar detrás de todo esto”, dijo sobre la región violentada por el crimen organizado, por la pelea entre los cárteles de Michoacán y el Jalisco Nueva Generación.

San José de Gracia fue el escenario de una matanza que la prensa nacional calificó como “fusilamiento” porque un grupo de sicarios irrumpió en un velorio y puso a unas 17 personas en el paredón para asesinarlas.

El ex migrante había ahorrado durante dos décadas de trabajo en EE.UU. y metió en las cajas de ahorro 1.5 millones de pesos (unos 75,000 dólares) de su trabajo más 630,000 pesos (30,00 dólares) que fue herencia de su papá a la Institución de Crédito, Ahorro e Inversión San Nicolás de Bari.

A la Cooperativa Marcos Castellanos fue menos, unos 35,000 pesos que representan unos 1,700 dólares.

Los afectados calculan que los directivos de San Nicolás de Bari desaparecieron unos 35 millones de dólares que no han sido devueltos, mientras que 280 millones se quedaron en la asociación civil a cargo de Flora García.

“Toda mi vida económica está  por perderse”, dijo González.

Los testimonios dicen que en muchos casos no sólo les costó el quiebre de sus finanzas, sino la vida. Literalmente. Porque ya no pudieron comprar algunos medicamentos de los que dependían para no decaer.

María Elba Pulido, otra de las afectadas dice que ella tuvo  que regresar a trabajar y empezar de cero después de que invirtió el dinero de su jubilación de 27 años de trabajo en las cajas de ahorro.

Durante cinco años todo fue bien hasta que todo mundo en el pueblo empezó a murmurar por los atrasos en el pago de intereses o  porque iban a las oficinas y les daban largas para devolverles el dinero. Un día ella dejó de recibir el dinero.

“Por suerte yo aún tengo fuerzas, pero se sabe de gente que pasa hambre, sobre todo los más viejitos”.

En octubre de 2019, antes de que el coronavirus avanzara amenazante desde Asia y Europa, en el poblado de San José de Gracia, cabecera municipal, los ahorradores empezaron a tener los primeros indicios de que algo andaba mal porque faltaban algunos depósitos de intereses o porque no se podía retirar dinero de las cajas de ahorro.

Cuando se declaró el confinamiento por la pandemia, en marzo siguiente, ambas empresas anunciaron un cierre temporal “para evitar riesgo de contagio”. Dos meses después reabrieron pero seguían sin disponibilidad de efectivo ni acceso al capital. Mucho menos rendimientos

Cinco meses después la Cooperativa Marco Castellano (fundada en 1997) se reunió con sus socios  para constituir un nuevo consejo de administración con miras a solventar la situación.

En respuesta, los anteriores administradores los denunciaron ante el Ministerio público por el delito de despojo y los responsabilizó por la pérdida de documentos y valores de la organización.

Los representantes legales del nuevo consejo denunciaron que se trataba de una estrategia jurídica para que Flora García y sus afines.

El 14 de octubre el presidente del nuevo consejo de administración, Arnulfo Sánchez, notificó por la vía judicial oficial una propuesta: si Flora García garantizaba el pago de las inversiones, se podría reincorporar a la administración”.

El objetivo era evitar gastos por litigios de abogados, gastos y costas judiciales, pero no funcionó porque ella no regresó el dinero.

Muchas de las víctimas que habían apostado a esta inversión para su retiro están a contrarreloj biológico.

Socorro Villeda, de 70 años, dijo que vendió una cabaña que eran el patrimonio de toda su vida para el retiro porque estaba harta de recibir turistas y de operar el mantenimiento.

Optó por guardarlo en una de las cajas de ahorro. Pero a finales de 2019 ya no se lo permitieron sacar.

“Son ahorros de 38 años de trabajo y no se vale. No se vale que nos roben y que abusen de nuestra ignorancia: nosotros los mayores de edad no sabemos de tecnología y se la pasan diciéndonos que por qué no revisamos antes a quien le dábamos el dinero.

¡Que iba a saber yo si la caja de ahorro está registrada no sé dónde!”.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) sugiere que si se quiere ahorrar o ya se es socio de una Caja o Cooperativa de Ahorro se deben tomar en cuenta algunas recomendaciones.

En primer lugar, consultar el Registro de Prestadores de Servicios Financieros para cerciorarte de que la caja en la que quieres ahorrar esté registrada; de no ser así, evita depositar dinero en ella ya que está realizando una captación irregular, y por lo tanto, deberá ser denunciada ante el Ministerio Público o ante la CNBV.

Preferentemente se deben realizar operaciones con las cooperativas que están autorizadas y supervisadas. Las cajas que se encuentran en proceso de autorización, no pueden garantizar que recibirán el visto bueno y por lo tanto representan un riesgo.

En el caso del fraude en Michoacán y Jalisco, ninguna de las cajas de ahorro aparecen en los registros, ¡y así operaron durante años! Ni las autoridades locales ni locales ni federales las cuestionaron.

La Condusef advirtió desde 2017 del incremento del fraude en las cajas de ahorro. En ese tiempo, el titular de la institución, Mario di Constanzo, dijo que un centenar de ellas estaba a punto de quebrar por insolvencia y que las estaban vigilando para evitar fraudes a los usuarios.

Dos años atrás la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) Ficrea afectó con fraudes a más de 6,000 ahorradores.

Como experto en el tema, Di Constanzo aconsejó a los socios de estas cooperativas involucrarse más en la vida interna de las sociedades donde tienen su dinero  para tener poder de decisión y voto sobre las operaciones de las financieras.

“Una caja de ahorro hace operaciones de captación y préstamos, pero tú no eres un cliente, tú eres un socio, eres copartícipe de las decisiones. Por lo tanto, eres parte de la administración de la caja de ahorro”, explicó.

Las víctimas de ahorro han sido pacientes. En principio confiaron en la Fiscalía General del Estado que envió a su personal especialmente al pueblo para que los afectados levantaran las denuncias y así se calmaron los ánimos.

Pero los días han pasado sin respuesta alguna hasta el 2022. Mientras no se sabe con exactitud lo que ha pasado con los administradores. Algunos pobladores dicen que siguen como si nada paseando por el pueblo con la coraza de la quiebra; otros, creen que tanto Flora García como Gustavo Armando, ya huyeron.

Tras la denuncia interpuesta en la fiscalía, la cooperativa San Nicolás de Bari se comprometió a regularizar la situación en un plazo de un mes y medio. Como medida cautelar, las autoridades habían asegurado un terreno y un inmueble del administrador, pero fueron devueltos con la condición de cumplir la promesa. Lo mismo pasó con la “mansión” de Flora García.

En fechas recientes, los afectados apuestan por las protestas en el poblado para reclamar apoyo del presidente municipal, José Luis Anguiano, quien no ha dado su versión sobre lo que podría haber de trasfondo del fraude: algunas versiones de los pobladores apuntan al crimen organizado y a políticos de alto nivel, entre múltiples hipótesis que incluyen lavado de dinero.

Juan Luis Chávez, quien reclama 150,000 dólares que invirtió en las cajas de ahorro, comentó en entrevista televisiva que la autoridad municipal y estatal sí han intervenido para que la fiscalía tomara las denuncias, pero de la devolución del dinero no se ve alguna esperanza hasta el momento. “Ni siquiera hay vinculados a proceso”, comentó.

En el fraude hay familias completas, según algunos testimonios. Si se suma lo que invirtieron hijos, padres, abuelos, una de esas familias que conoce Juan Luis Chávez perdió aproximadamente…¡1.2 millones de dólares!

Por eso quieren escalar el reclamo a nivel federal. Tienen confianza en autoridades y en el cambio por la transformación. Roberto Hernández, de 70 años, dice que confía en la intervención del presidente porque “gracias a la pensión que incrementó” durante su administración ahora puede seguir alimentándose tras el fraude.

“Trabajo desde los cinco  en el campo  de San José y haciendo muchos oficios en la Ciudad de México, pero me fracturé la columna y quedé inservible”, relató. “Había metido el poco dinero que había ahorrado a las cajas”.

En una de las manifestaciones que se realizaron frente al domicilio de Flora García terminaron a golpes con familiares de ella, una mujer entre las inconformes lamentó lo que está ocurriendo.

“En el pueblo todos nos conocemos, somos buenos vecinos, tenemos que arreglar esta situación”, dijo a la prensa local. “Le pedimos al presidente que nos ayude, él vino a pedir nuestro voto, estuvo en la casa de mi tío Luis González y prometió que ya no habría más impunidad”.

La petición la secundó una madre soltera que acudió en silla de ruedas acompañada de sus dos niños porque ya no tiene alimento para sostenerlos: el accidente la dejó incapacitada y su único ingreso eran los intereses del dinero que obtenía de las cajas tras vender un terreno, el único de su patrimonio.

“Ni siquiera pedimos que los lleven presos, queremos la devolución de los ahorros”.

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