Ya que más del 87 por ciento de la carne que se consume en Sinaloa procede de un Rastro Tipo Inspección Federal, es poco probable que el ganado muerto como consecuencia de las inundaciones llegue a las carnicerías por lo que la población puede tener plena confianza de que al adquirir carne en el mercado, esta pasó un proceso de sanidad y certificación riguroso por lo que no se encuentra contaminada.
Leonel Murillo Cárdenas, representante de SENASICA en Sinaloa, precisó que en la entidad se tiene una cultura de consumo de carne, de ahí que los distribuidores cuidan la calidad del producto que expenden porque saben que, de no ser así, ellos mismos se verían afectados en sus ingresos.
“Las carnicerías que tenemos acá –precisó el funcionario federal- ya no usan ni canal, toda la carne que les llega, les llega en caja; y, la principal industria comercializadora de carne, que es la engordadora, no tuvo afectaciones en cuanto a pérdida de animales, tuvo afectaciones en infraestructura pero, y para que un animal sea sacrificado hay una inspección antes morten que se dice que ese animal no va enfermo, no va fracturado, y no entra a sacrificio por lo tanto todo lo que va de una planta de Inspección Federal no representa un riesgo, hablando de lo que se está diciendo de que se está usando carne de animales que murieron en este fenómeno meteorológico”.
Por su parte, el subsecretario de Ganadería, Raúl Cárdenas Ávila, señaló que se han cuidado las medidas sanitarias para enterrar a los animales que se han encontrado muertos, durante los recorridos de inspección realizados, principalmente por la zona norte del Estado.
El procedimiento, precisó el subsecretario, es encalar el animal y enterrarlo lejos de mantos freáticos, para evitar contaminar el agua, con lo que se garantiza que no habrá afectaciones al medio ambiente ni problemas de salubridad a la población.