- Ella quedó sola hace unos meses al morir su esposo y no podía valerse por sí misma.
Si hay alguien que sabe de necesidades es doña Catalina García Rubio, de 76 años, quien dependía de su esposo Román económica y moralmente, hasta que murió hace unos meses y quedó sola.
Ellos habitaban en una casa de lámina y madera, en la colonia Loma Bonita.
Y ahí, con su pequeño perro “El Negro”, pasó los días más tristes de su vida viviendo el duelo de su esposo.
Ellos vivían en situación de pobreza, pero Catalina era muy feliz a lado de su Román, ya que enfrentaban sus carencias juntos, con amor y cuidado mutuo.
Debido a la soledad y tristeza de Catalina, además de sus múltiples dolencias propias de la edad, sus vecinos solicitaron el apoyo de DIF Mazatlán, quien a través de la Unidad de Atención e Integración Social al Adulto Mayor, a cargo de Antonio Escobosa Navarro, doña Catalina fue ingresaba al Centro de Asistencia “Corazón Eterno”, donde recibirá los cuidados que tanto necesita, el tiempo que tenga vida.
Doña Catalina recibe hoy día una nueva oportunidad de vida, en un espacio donde convive con otros adultos mayores y recibe alimentación, casa y cobijo.
