Por Maru Jiménez Cáliz
La Arquidiócesis de México designó al penalista Francisco Castañeda para asesorar al sacerdote Francisco Javier Bautista Avalos, presunto homicida del joven Hugo Leonardo Avendaño Chávez, sin embargo el padre rechazó esa propuesta y optó por el abogado Mario Cardona.
Además, se informó que la Arquidiócesis le brindará el apoyo económico permitido en el centro de reclusión para sus necesidades.
El sacerdote Bautista Avalos se encuentra desde este jueves en prisión preventiva en el Reclusorio Varonil Oriente, impuesta por un juez de control, informó el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
En un mensaje a los sacerdotes de la Arquidiócesis de México, que circuló este jueves por la tarde en redes sociales y firmado por José Antonio Carballo, Vicario Episcopal de la VI zona pastoral a la que pertenecía el sacerdote Francisco Javier Bautista, se menciona que:
“Todos en la Arquidiócesis nos encontramos entristecidos y preocupados en relación con la evolución de la investigación ministerial que llevan a cabo las autoridades de la procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y que han involucrado a nuestro querido hermano, el padre Francisco Javier”.
Por eso se les informa que “desde los primeros elementos de información que tuvimos respecto al caso, por instrucciones del Cardenal Carlos Aguiar, se ha atendido y acompañado al padre desde la VI Vicaria, así como a través de distintas personas integrantes y cercanas a la Arquidiócesis”.
También “se ha puesto a su disposición asesoría legal de especialistas. Él ha optado por apoyarse en el abogado Mario Cardona. Sin embargo, el abogado Francisco Castañeda, destacado penalista, amigo a nuestra institución, se ha mantenido también a su disposición”.
Además, se dio a conocer que este jueves el padre Jesús Hurtado, vicario episcopal de la Vicaría del Clero, acompañado de agentes de la pastoral penitenciaria de la Arquidiócesis, lo visitará en el Reclusorio Oriente en donde se encuentra, “le llevará la comunión y le apoyará para que disponga de los recursos económicos que son permitidos en esas instalaciones”.
El vicario José Antonio Carballo finalmente les pidió a los sacerdotes “que intensifiquen sus oraciones por el padre Francisco Javier y para que, a todos en la Iglesia de la Ciudad de México, Dios nos dé la orientación, la serenidad, la entereza y la fuerza para superar este lamentable episodio. Los seguiremos actualizando del desarrollo de esta situación”.