En Hidalgo fueron sepultadas algunas de las personas que murieron por la explosión de una toma clandestina de gasolina.
Este domingo también se llevó a cabo una misa en la parroquia de San Francisco de Asís en el municipio, oficiada por el obispo de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez.
Mientras algunos familiares viajan a la Ciudad de México apoyados por camionetas proporcionadas por el gobierno de Hidalgo para buscar sus familiares en los hospitales capitalinos, otros participan conjuntamente con peritos de la autoridad judicial buscando ropas, anillos, dientes de oro o cualquier indicio que pudiera darles una pista sobre las víctimas del siniestro que impactó a todo el país.
Este domingo, el gobernador Omar Fayad llamó a la población a no caer en engaños por parte de las funerarias, pues el estado cubrirá esos gastos en su totalidad.
Además, pidió a los pobladores que no se acerquen al sitio de los hechos ni que usen palas o picos, pues Pemex advirtió que podría ocurrir otra tragedia.
Con información de López-Dóriga Digital