El origen del carnaval: una fiesta con raíces egipcias y romanas

 

  • El origen del carnaval se remonta a los cultos religiosos de diversas civilizaciones del antiguo Mediterráneo. Actualmente, esta festividad previa a la Cuaresma se celebra en muchos países, incluido México.

(Especial Revista y Portal México Desconocido).

El carnaval es una celebración que se lleva a cabo en vísperas de la Cuaresma cristiana. Por ello, se festeja en diversos países del mundo, incluido México. Aunque es evidente que dicha fiesta combinó diferentes elementos culturales de Europa, África y América Latina, su pasado se extiende más allá. Y es que el origen del carnaval se remonta parece ser, hasta las diversas conmemoraciones religiosas del antiguo mundo mediterráneo. Egipcios, griegos y romanos contribuyeron al nacimiento de una celebración tan característica de estas fechas.

El carnaval cristiano

En nuestra época, todos reconocemos al carnaval como la gran festividad previa a la Cuaresma, el periodo litúrgico de luto y penitencia de diversas iglesias cristianas que precede a la Pascua. Hoy en día, el carnaval no es un celebración religiosa, sino popular.

Sin embargo, su origen formal se encuentra precisamente en las grandes fiestas que celebraban los romanos cristianos durante los días previos a la Cuaresma. Más tarde, durante la Edad Media, la iglesia católica propuso que la etimología de la palabra carnaval procedía del latín carnelevarium, que significa «quitar» o «retirar» la carne. Esto indicaría precisamente su relación con las prácticas cuaresmales, donde se evita el consumo de carnes rojas.

El origen del carnaval

Sin embargo, actualmente se sabe que el festejo del carnaval es inclusive anterior a la Cuaresma del cristianismo. Se le ha relacionado con las fiestas greco-romanas de la Saturnalia y Lupercalia, donde había música, vino y desenfreno. Ya desde el siglo XIX, el connotado historiador y erudito alemán Jacob Burckhardt, señaló que más bien, el origen de su nombre estaba en otra etimología del latín, en las palabras carrus navalis, que se traducen como carro naval. Este nombre designó a la procesión de máscaras y a la botadura de una nave de madera con ofrendas florales, los cuales formaban parte de la celebración dedicada a una diosa del antiguo Egipto, Isis.

Aunque era una fiesta de origen netamente egipcio, los romanos habían adoptado este culto y también lo conmemoraban anualmente, al iniciar marzo. Representaba la apertura de la temporada de navegación. Su festejo logró sobrevivir a la persecución religiosa del siglo IV d.C. gracias al sincretismo, ya que fue incorporada a los tiempos litúrgicos de la naciente iglesia cristiana. Si bien hay otras explicaciones alternativas sobre su origen (como las festividades para el dios hindú del amor, Kamaveda, traídas según se cree, por los gitanos), la hipótesis de Burckhardt es la más sostenida gracias a un sin fin de investigaciones históricas, filológicas y arqueológicas.

Por si fuera poco, elementos icónicos de los carnavales modernos parecen demostrar sus raíces egipcias y romanas, como el uso de las máscaras y carros alegóricos. Esto es más que visible en lugares donde esta fiesta es icónica, como en Venecia, Italia o en Río de Janeiro, Brasil. En los carnavales de México también se usan los carros alegóricos y las máscaras, desde el del Puerto de Veracruz hasta el de la Villa , en la Ciudad de México.

Carnaval: una fiesta netamente popular

Actualmente, aunque el carnaval se celebre previo a los tiempos litúrgicos de las iglesias cristianas, es una fiesta totalmente de índole popular. En ella no solo se suspende el tiempo cotidiano, sino también las convenciones sociales. El rico ya no es rico, el pobre ya no es pobre, ni el prejuicio moral impera. Se liberan e igualan las personas. Se conmemoran la vitalidad, la alegría y los lazos comunitarios de ciudades, barrios y pueblos.

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